Además de buen actor (lo demostró en Brokeback Mountain, Zodiac o Hermanos), Jake Gyllenhaal es uno de los jóvenes más deseados de Hollywood. Al natural gana: sonrisa perenne, hablar pausado y modales académicos. Un chico perfecto, vamos.

Saltó a la fama con Donnie Darko hace diez años y ahora viaja de nuevo en el tiempo...

Donnie Darko representa la desorientación que uno vive al pasar de la infancia a la adolescencia, y Código fuente también tiene algo de eso, aunque sobre la transición adulta... Ambas son distintas, pero muy significativas en mi carrera.

En esa década se disparó su cotización, optó a un Oscar... ¿Qué ha aprendido en estos años?

Sobre todo a seguir mi propio instinto: he trabajado en muchos géneros, y creo haber aprendido en todos. Por suerte, me gusta involucrarme cada vez más en mis proyectos.

Aquí, por ejemplo, actúa y produce. ¿Dirigirá algún día?

Empecé muy joven y he tenido la suerte de poder aprender cosas de muchos directores distintos. Para otros actores dirigir es un paso natural, así que me encantaría ver qué tal me manejo en ese proceso del cine... Pero ya veremos: seguramente será dificilísimo, lo haré fatal y volveré a actuar.

Habla de directores distintos. ¿Qué tal con Duncan Jones?

Es joven y muy contemporáneo, lo que ya era un buen comienzo para entendernos bien. Y, al igual que en Donnie Darko, esta película es especial: exigía, por parte de todos, un aprendizaje, un viaje común que teníamos que emprender como equipo. Eso, junto al carácter de Duncan, me llevo a encontrarme muy a gusto, porque sentí comunicación y compenetración.

¿Qué le gustó más del guion?

Para empezar, que no comience por el principio, lo que hace la historia distinta. Mi personaje se ve de pronto inmerso en una situación compleja, en la que no sabemos qué pinta ni quién es él realmente. Y, leyendo el guion, el ritmo era el de la película: muy intenso, mucha tensión, sin tregua.

Y lleno de vueltas de tuerca.

Sí, planteaba un montón de dudas, y eso me gusta. Cuando iba por la página diez ya se me habían ocurrido cien preguntas que hacerle al director... Sentí que el guion era más inteligente que yo (algo no muy difícil), y eso me gustó. Supuse que al espectador le ocurriría lo mismo.

Además de acción, la película también tiene una parte metafísica y especula sobre la vida después de la muerte. ¿Qué opina de todo esto?

Me gusta hablar del tema, porque suelo sentirme a gusto hablando de temas profundos, que van un poco más allá... ¡Algo que a muchos les resulta un poco insufrible! Me encanta darle vueltas al coco, algo que me permitía la película. Código fuente explora temas importantes y nos incita a recapacitar sobre lo que puede esconder la cotidianidad más allá del día a día: el que la película plantee una situación muy tensa pero al mismo tiempo nos embarque en un viaje cerebral y emocional puede desconcertar al espectador, hacerlo sentir confuso, molesto o amenazado, pero le aportará cosas espirituales.

Se le ve tranquilo, culto y, según dice, algo profundo. ¿Qué hace trabajando en una industria como Hollywood?

Para empezar, le doy muchas vueltas a cada papel antes de decir que sí. Respecto a Hollywood... Me gusta que haya de todo. Está lleno de gente fascinante: muchos son muy distintos a mí, pero me divierte explorarlos cada día.

¿A qué época iría, si pudiera viajar en el tiempo?

A la Edad Media. Debió de ser una época muy interesante.