El crupier necesita una mente fría

Otras profesiones: Dirigen el juego en los casinos, donde pueden aprender el oficio.
Manipulación de fichas y formas de cálculo, aparte del conocimiento preciso de cada uno de los juegos en los que vaya a controlar la partida, constituyen la formación teórica de un crupier.  

¿Qué hace falta para convertirse en un profesional? Nada de lo que podría parecer. «Buena imagen, don de gentes, dotes comunicativas y gusto por la atención al público», asegura Nuria Hernández, jefa de selección y formación del Casino Gran Madrid. El resto se lo enseña el casino de forma gratuita.

Éste en concreto imparte un curso de 220 horas. Tras dos meses y medio de clases, hasta el más profano en asuntos de juego puede aprender lo necesario para ponerse al frente de una mesa de black jack o de póquer.

Las personas que acuden a estos cursos son gente joven, de 18 a 25 años, con estudios medios y más chicos que chicas. Como es lógico, el buen crupier necesita algo más que saber la teoría del juego. La capacidad de concentración es esencial para saber lo que sucede en cada momento. También se valora la experiencia.

«En nuestro casino empiezan como crupieres de tercera –indica José Antonio Carrasco, director de recursos humanos– y por examen pueden subir de categoría». El salario inicial es de 12.200 euros al año, propinas aparte. Más información en el 918 561 100 y en www.casinogranmadrid.es

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