La consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Eva Almunia, ha estimado que el sector del vino aragonés "hace una labor importante de promoción de la comunidad autónoma". Almunia y el consejero de Agricultura y Alimentación, Gonzalo Arguilé, han visitado hoy en Zaragoza la VII Muestra de Garnachas de Campo de Borja.

En su intervención, la consejera se ha referido al sector del vino como uno de los "más vivos, más dinámicos y más prometedores que tenemos en esta tierra" y ha destacado que los productores "han entendido que, en un mundo global, lo primero que hay que hacer es internacionalizarse", tal y como están realizando las bodegas aragonesas en toda la Unión Europea, así como en países como Japón o Estados Unidos.

En este sentido, ha subrayado "la importante labor" que está llevando a cabo el sector del vino aragonés "en la promoción de la comunidad autónoma". Y ha puesto en valor la "conjunción" entre el dinamismo de esta actividad económica y el acompañamiento del sector público.

El objetivo de esta cita, en la que han estado acompañados del presidente de la denominación de origen de vino, Gregorio García, es acercar y dar a conocer el incremento de calidad que han experimentado a lo largo de los últimos años los vinos de Campo de Borja y reforzar la imagen de la garnacha como variedad emblemática de esta denominación.

Esta variedad centenaria está considerada como un verdadero patrimonio de la viticultura aragonesa y en estos momentos, con una baja producción por hectárea, permite obtener unos caldos de alta calidad. Sus producciones son bajas, pero inmensamente apreciadas enológicamente, por la complejidad estructural y aromática que proporcionan a los vinos.

En Campo de Borja, cerca del 70% de sus 7.400 hectáreas de superficie vitícola pertenece a la variedad garnacha. Los viñedos más antiguos de la denominación de origen datan de 1.890 y de las 5.000 hectáreas de garnacha, más de 2.000 tienen edades comprendidas entre 30 y 50 años.

Esta denominación de origen obtuvo en la pasada campaña 28,6 millones de kilos de uva. El 70% de sus ventas se destina a exportación, principalmente a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Holanda y Alemania.

La comunidad autónoma tiene más de 43.000 hectáreas de viñedo, en las que trabajan en torno a 7.000 viticultores, con una producción en la última campaña de 128 millones de litros. El vino aragonés cuenta con un mercado muy competitivo, equilibrado y ofrece una gran calidad de producción (el 82% de la producción es de calidad diferenciada), a lo que se une un precio muy asequible como estrategia de competencia nacional e internacional.

En los últimos años la estrategia de las denominaciones de origen se ha centrado en el proceso de internacionalización, con unos excelentes resultados, ya que el 60% de la producción se destina a mercados internacionales.

También se añade el gran esfuerzo inversor que han llevado a cabo las bodegas aragonesas, tanto en ampliación como en modernización. De hecho, el sector ha invertido en los últimos 10 años un total de 273 millones de euros en ampliar, modernizar o crear nuevas bodegas.