El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha afirmado que la legalidad o no de la coalición Bildu, formada por EA, Alternatiba e independientes, "la tienen que valorar los jueces y, en todo caso, la Fiscalía", que deben "ver si es una nueva estrategia o un nuevo plan que se ha inventado la izquierda abertzale para estar presente en las elecciones".

A preguntas de los periodistas antes de asistir a una entrega de premios en Pamplona, Sanz ha valorado que "a priori, hay que mirar esa posibilidad con una cierta distancia y sobre todo con una cierta previsión". Así, ha añadido que "es indudable que todo parece indicar que se trata de una artimaña más para que el entorno de Batasuna pueda estar presente en las próximas elecciones, utilizando en este caso una pista de aterrizaje que se llama EA, que es un partido legal".

Sin embargo, "la legalidad o no la tienen que valorar los jueces y, en todo caso, la Fiscalía". Así, ha indicado que tienen que "tomar las iniciativas pertinentes para ver si realmente es una nueva estrategia o un nuevo plan que se ha inventado la izquierda abertzale para estar presente en las elecciones".

Al mismo tiempo, Sanz ha valorado que para EA, esta coalición puede ser "una posibilidad de captar esos votos que en un momento determinado le pueden venir muy bien para aumentar su representación en el Parlamento de Navarra".

En esta línea, el presidente del Gobierno foral ha mostrado su "sorpresa" por el "rumbo" que ha tomado EA, "con un criterio de carácter electoral". A su juicio, esta formación "optó por un camino determinado cuando observó que sus posiciones en el País Vasco se habían debilitado de una manera determinante y que le llevaban a desaparecer en un plazo corto de tiempo".

"Ahora, EA ha considerado que ese entorno de la izquierda abertzale era un campo abonado para seguir potenciando su organización, que había sido debilitada considerablemente y de una manera alarmante al perder la confianza de los ciudadanos en las últimas elecciones del País Vasco", ha precisado.

En este sentido, Sanz ha expuesto que "ese miedo escénico le ha llevado a cambiar el rumbo y a hacer un quiebro de 180 grados, intentando conseguir ese electorado de la izquierda abertzale, que siempre se ha considerado con bastante respaldo". "Desgraciadamente para mí, no hay más que ver los resultados que obtuvo en las últimas elecciones europeas la plataforma que apoyaba a la izquierda abertzale, para observar que todavía tiene un campo bastante extenso", ha concluido.