El candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, se ha comprometido este domingo a "retirar la tasa de basuras a todos los madrileños el próximo año", en el acto de presentación de su lista electoral, en el que ha llamado "deudópata" al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón.

"El próximo año los madrileños no pagarán la tasa de basuras. A eso me comprometo, porque es injusta, discriminatoria e innecesaria", ha anunciado Lissavetzky, que a lo largo de la próxima semana -según ha dicho- irá detallando la propuesta que tiene para financiar ese servicio sin subir los impuestos.

El candidato ha argumentado que los impuestos son "necesarios", pero que en este caso es un "abuso exagerado" derivado de la "enfermedad de la deudopatía" que padece Ruiz-Gallardón.

"¡Gracias a Zapatero por no dejar endeudarse más a este señor!", ha proclamado Lissavetzky, tras explicar que, a su juicio, el alcalde "tiene un problema con unos síntomas tremendos, y es que es deudópata".

"De pronto es gastador compulsivo y tiene un impulso de gasto hacia el hormigón que debe hacérselo mirar, y para su enfermedad de la deudopatía la medicación que toma es subir los impuestos pra recaudar más", ha continuado, y ha concluido que esa enfermedad "se la pague él si quiere".

Aclamado al grito de "alcalde" por las más de 300 personas que han abarrotado la sala de columnas del Círculo de Bellas Artes, Lissavetzky ha presentado este domingo formalmente a los suyos la lista que encabeza.

Entre abrazos y muestras de apoyo de Tomás Gómez, el candidato municipal se ha fotografiado con todos los miembros de su lista, en un acto en el que han intervenido los números dos, tres y cuatro, Ruth Porta, Diego Cruz y Noelia Martínez, además del líder del PSM, Tomás Gómez.

Lissavetzky ha defendido que los ciudadanos se juegan el 22 de mayo "girar 180 grados hacia un Madrid más justo, solidario y real", y ha apuntado que lo primero que hará, si gana, es convocar a los sindicatos y empresarios para concertar un plan de empleo para la ciudad de Madrid.

Tras abogar por el "reequilibrio", la "redistribución" y la "participación" para configurar un nuevo modelo de ciudad, ha prometido un "modelo de proximidad de creación de empleo, según el distrito y el barrio" y una "política de calle Mayor para resucitar los barrios como tales".

A su juicio, el modelo de ciudad de Gallardón se basa en el "envoltorio", pero "debajo del envoltorio hay muchos dramas humanos y barrios que no tienen políticas sociales", ha aleratado, y ha apostado para solucionarlo por la "gran política de las pequeñas cosas".