El consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, se reunirá este miércoles con la dirección y trabajadores de Cacaolat, para conocer cuál es la situación concreta de la empresa, cómo afecta el expediente concursal a la planta de Zaragoza y qué pasos se pueden dar para que se reabra y vuelva a la actividad. "La idea es intentar mantener los puestos de trabajo", ha indicado.

Aliaga ha estado con los trabajadores de Sali-Cacaolat, empresa perteneciente al Grupo Nueva Rumasa y que cuenta con una planta en Utebo (Zaragoza), en la concentración que han llevado a cabo este domingo, a las puertas del Edificio Pignatelli, sede del Ejecutivo autónomo.

El consejero ha invitado a los representantes de los empleados a una reunión el día 6 de abril, en Zaragoza, encuentro en el que participará también la dirección de Cacaolat, con cuyos responsables contactó el titular de Industria este viernes, tan pronto como tuvo conocimiento de que un juzgado de Barcelona había declarado el concurso de acreedores para la empresa. "Llamé a la empresa, a Barcelona, y les cité para el miércoles. Primero voy a ver qué es lo que me dice la empresa y posteriormente, una reunión con el comité de empresa y también con los ganaderos", ha agregado Aliaga.

Arturo Aliaga ha asegurado que "aunque nuestro principal deseo es que la planta de Zaragoza que actualmente está parada vuelva a ponerse en marcha, tenemos que estudiar con detalle las posibles afecciones que para esta factoría y para sus trabajadores pueda tener la complicada situación del grupo al que pertenece, y desde luego el primer paso es saber de primera mano qué quiere hacer la empresa".

A comienzos del mes de marzo, Aliaga ya mantuvo sendas reuniones con representantes de la dirección y de los trabajadores para analizar la situación de la compañía y de sus instalaciones en Zaragoza. El Departamento de Industria está también en contacto con la Generalitat de Cataluña para seguir la evolución de los acontecimientos relacionados con este grupo empresarial.

En la factoría de Utebo, cuya actividad ha quedado paralizada, trabaja un centenar de trabajadores, que están pendientes de cobrar las nóminas. Nueva Rumasa sí que adeuda a ganaderos, proveedores de leche, cantidades importantes.