El decano del Colegio de Economistas de Valencia, Leopoldo Pons, ha abogado este jueves por que el Gobierno central adquiera la CAM a precio nominal, "cambiarle rápidamente su formato, nombrar a un equipo gestor y aguantar el vendaval y esperar a que tenga un valor capital de verdad y poderlo transmitir en su momento".

Así se ha manifestado Pons en la rueda de prensa de presentación de su libro, 'La economía de la crisis 2009-2011. Una revisión quincenal', en la que ha estado acompañado por el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España (CGCEE), Valentín Pich, al ser preguntado por el futuro de la CAM tras la ruptura del Sistema Institucional de Protección (SIP) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

El decano ha considerado que esta sería la solución para "evitar el colapso y el derrumbe" de una entidad de la magnitud de la caja alicantina, que, según ha recordado, representa "el primer 'banco' grande, grande, grande que entra en crisis en España".

A su juicio, la CAM "sí o sí" acabará siendo nacionalizada, al menos en lo que se refiere al concepto de su capital, y ha indicado que la eventual inversión por parte del Estado en la caja podría materializarse a través de algo parecido a los créditos participativos, instrumentalizados a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) o del propio Banco de España.

En este sentido, ha detallado que vería más viable la opción de la SEPI, dado que el Banco de España no tiene competencias para ser un 'holding' de sociedades y obligaría a un cambio de estatutos que "cambiaría las reglas del juego en el Banco Central Europeo".

Pons ha indicado que la posición de la CAM podría suponer un "efecto dominó", aunque se ha limitado a señalar que "tenemos otra caja de ahorros que es la antesala de otro problema que tendremos", si bien no ha precisado su nombre.

El antecedente de ccm

Pons ha justificado su postura en que la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por parte del Banco de España en 2009 ha servido para saber "lo que no hay que hacer".

Asimismo, ha señalado que otra posibilidad es acogerse al Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB), una opción que "puede ser una solución inmediata", aunque, ha advertido, supone pedir préstamos que "no se podrían devolver nunca", al incorporar tipos de interés del 8 u 8,5 por ciento.

Por ello, ha abogado por imitar los mecanismos adoptados en países como Suiza cuando una entidad financiera del tamaño del gigante UBS entró en crisis y fue adquirida por el Gobierno, que nombró un equipo gestor y esperó tiempos mejores para desprenderse de él.

Disolución de órganos de gestión

En cualquier caso, ha señalado que la hipotética entrada de capital "inmediata e invasiva" en cualquier caja en apuros debería significar la "dilución y disolución de las estructuras de Gobierno de la entidad", que, a su juicio, "no están técnicamente capacitadas para poner soluciones a esta crisis".

En su opinión, las cajas no tienen "estructuras eficientes de Gobierno objetivamente hablando" por su propia composición de asambleas y consejos de administración.

"no tenían los mismos problemas"

Asimismo, Pons se ha referido también a los posibles motivos de la salida de la CAM del SIP y ha indicado que una de las cajas integrantes del mismo, Cajastur, es una entidad que "no tiene ninguna dificultad en su gestión", por lo que ambas "no tenían los mismos problemas". "Y si sumas dos entidades que no tienen los mismos problemas, pues va a ser difícil que se pongan de acuerdo", ha agregado.

"La priorización de lo que hay que resolver y el coste de cómo hay que resolverlo no es el mismo y no parecía que en esas entidades se pudiese hacer ese conglomerado", ha afirmado el decano del Colegio de Economistas de Valencia.

El papel de ayuntamientos y comunidades

Ha destacado, por otra parte, que en estos momentos se da la "paradoja" de que se habla del Estado como quien tiene que tomar medidas respecto a las cajas cuando "los que verdaderamente deberían estar implicados deberían ser los ayuntamientos y las comunidades autónomas, porque son los que tienen representación en los consejos de administración".

No obstante, ha admitido que "a día de hoy" su intervención "ya no es posible", sino que se trata de una cuestión "a nivel nacional que se tiene que resolver en este plano. CLIENTES

Por otra parte, tras se cuestionado sobre las posibles repercusiones de la inestabilidad actual de la caja alicantina sobre sus clientes, Pons ha incidido en que, sea cual sea la decisión que se tome, "no va a afectarles de ninguna manera", ya que, en cualquier caso, existe el Fondo de Garantía de Depósitos del Banco de España y los recursos propios de la CAM están en situación de poder responder.

"Eso no va a poner en peligro en ningún caso a los ahorradores, a las personas que tienen liquidez en la entidad", ha agregado.

También ha agregado que no cree que esta situación de incertidumbre pueda provocar la penalización de la deuda española en los mercados internacionales, ya que la pérdida de confianza sobre una entidad "no se traduce en una pérdida de confianza sobre el sistema bancario".

Asimismo, ha querido lanzar un mensaje de calma y ha asegurado que no estamos ante una situación de "corralito argentino" y que en el siglo XXI hay un sistema financiero "sí o sí estable".

"No existe la materialidad del dinero, es una herramienta que no se puede usar: esa historia de guardar el dinero en un ladrillo esperando a que las cosas fueran mejor no existe, ni siquiera el oro puede ser utilizado a nivel de ahorrador como refugio en espera", ha aseverado Pons. PICH:

"hay que verlo en perspectiva"

Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España (CGCEE), Valentín Pich, ha instado a ver la situación de la CAM "en perspectiva" y ha señalado que ya ha habido alguna caja que "ha acudido al FROB sin ningún tipo de complejo y no ha pasado nada".

Asimismo, ha mostrado su "preocupación" por la "moda de meterse con el regulador", el Banco de España, ya que éste, a su juicio "ha dicho muchas cosas y muy claras por activa y por pasiva durante los últimos tres años".

En cualquier caso, ha señalado que la partida "aún no ha terminado" y ha resaltado la importancia de que el sistema financiero "haga su papel", que es el de "apoyar proyectos familiares y empresariales de inversión".