Para algunos será un manera de sentirse seguros; para otros, tan sólo una moda, o, simplemente, un capricho. Sea como sea, lo cierto es que cada vez más valencianos optan por hacerse con un perro de los denominados potencialmente peligrosos.

De hecho, según ha informado la Conselleria de Agricultura a 20 minutos, el Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (Rivia) refleja un incremento del 25,7% de estos canes en la ciudad de Valencia en los dos últimos años.

Así, de los 2.275 que había censados el 1 de enero de 2009 se ha pasado a los 2.860 que hay dados de alta en la actualidad. Sin embargo, fuentes de la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia han alertado de que tramitan muy pocas licencias cada año para la autorización de la tenencia de estos animales.

La inclusión de estos animales en el Rivia se efectúa de forma automática una vez se le instala el chip identificativo obligatorio del que se responsabilizan los veterinarios una vez se adquiere un can.

Sin embargo, en el caso del permiso municipal, pese a ser obligatorio, es el dueño el que debe acudir al Consistorio a pedirlo por iniciativa propia. Para poder obtenerlo, hay que aportar un seguro de responsabilidad civil y certificados que acrediten que el dueño carece de antecedentes penales, de denuncias relacionadas con animales y otro de aptitud psicológica. Además, hay que pagar 80 euros.

Desde Sanidad han explicado que este documento es de vital importancia para garantizar tanto un buen trato del dueño hacia el animal como la seguridad de cualquier viandante que se cruce con el perro. La carencia de la licencia obligatoria que deben sacarse los dueños de los perros peligrosos puede suponer una sanción de 2.500 euros al considerarse como falta grave.

Denuncian 11 mordeduras

Fuentes de Sanidad han informado que a lo largo del año pasado tramitaron un total de 11 denuncias por mordeduras de perros potencialmente peligrosos en Valencia. En la mayoría de los casos fueron canes de raza pit bull los implicados. Las mismas fuentes recordaron que está prohibido llevarlos sin correa y sin bozal, tal y como establece el decreto autonómico sobre tenencia de estos animales