Las asesorías jurídicas de CCOO y UGT han remitido a Nueva Rumasa una propuesta de acuerdo marco sobre medidas temporales de regulación de empleo en las empresas del grupo y se encuentran a la espera de recibir la respuesta de la familia Ruiz-Mateos para ratificar los términos del convenio, según informaron a Europa Press en fuentes sindicales.

En función de la situación de cada centro de trabajo, los comités de empresa de las diferentes sociedades del grupo se podrán acoger a estas medidas, consistentes en reducción de jornada o en suspensión de contratos, salvo los más de 600 trabajadores de Clesa y Helados Royne, para quienes recientemente se aprobaron sendos expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales.

Las condiciones planteadas por los sindicatos en el convenio marco son similares a las acordadas en estos expedientes, es decir, que las medidas se pongan en marcha por un periodo máximo de seis meses a aplicar durante un año y que se cubra el 80% del salario de los trabajadores.

De este porcentaje, el abono de un 10% correspondería a la empresa, por lo que los sindicatos consideran que previsiblemente será "deuda" a reclamar en los concursos que se están declarando.

Según las mismas fuentes, la situación laboral de cada empresa es diferente, ya que trabajadores como los de la división de hoteles están al día en sus salarios, a los de Hibramer se les adeuda un mes y en otras empresas suman cerca de cinco nóminas sin abonar.

En un encuentro celebrado la semana pasada en la Dirección General de Trabajo, Nueva Rumasa acordó con UGT y CCOO suscribir un acuerdo global.

El director general de Trabajo, Raúl Riesco, explicó que una vez se rubrique el acuerdo marco será validado por la autoridad laboral competente, mientras que en el caso de las empresas que se encuentren en suspensión de pagos la decisión dependerá del juez correspondiente. "Los jueces de lo Mercantil van a ser sensibles para adoptar este tipo de medidas porque no perjudican a nadie", destacó.

En su opinión, las medidas del acuerdo favorecen tanto a la empresa, al permitirle no seguir incrementando sus deudas salariales, como a los trabajadores, que de este modo tendrán acceso a las prestaciones por desempleo, en tanto que "la deuda se puede canalizar hacia instituciones existentes en el sistema, como Fogasa".