Apenas dos horas más tarde, ya superaban el millar. A la una menos cuarto, el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento, José Antonio Cabanillas, aseguraba que había «unos dos mil jóvenes».

Todo sea dicho. Los congregados no tenían muy claro si habían llegado allí convocados vía móvil, por Internet o «por verlo en la tele» como comentaba Abigail, una joven cordobesa que acudió al macrobotellón.

Dos ambulancias, varias parejas de la Policía Local, coches de la Guardia Civil y la Policía Autonómica... No faltó ninguna representación de los cuerpos de seguridad del Estado. Por haber, había hasta tres cámaras (3, cámaras, 3) de Informe Semanal. «Qué despliegue de medios, hay más periodistas que chavales», comentó María del Mar, una joven cordobesa que se unió a pesar de sus temores iniciales a lo que terminó siendo una gran fiesta.

Jóvenes de todas las tribus acudieron a la llamada

Pijos, punkies, hippies... de todas las clases y pelajes acudieron ayer a la llamada del macrobotellón mediático. Finalmente, para los que pronosticaron que iban a reunirse 5.000 personas, el macro quedó en micro. Pero, de cualquier modo, se superó el número de un botellón cotidiano. Al cierre de esta edición no se había registrado ningún incidente destacable. fotos: juan carlos molina