El Teatro Zorrilla de Valladolid acogerá el jueves una representación de Aída de la compañía internacional Concerlírica

El Teatro Zorrilla de Valladolid acogerá el próximo jueves una única representación de la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, a cargo de la Compañía de Ópera Internacional Concerlírica con la soprano venezolana Lucrecia García en el papel principal.
La soprano Lucrecia García en la presentación de Aida
La soprano Lucrecia García en la presentación de Aida
EUROPA PRESS
La soprano Lucrecia García en la presentación de Aida

El Teatro Zorrilla de Valladolid acogerá el próximo jueves una única representación de la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, a cargo de la Compañía de Ópera Internacional Concerlírica con la soprano venezolana Lucrecia García en el papel principal.

"Se trata de una de las obras más místicas de Verdi", ha explicado la soprano, para quien es una ópera "fabulosa" con una música "muy descriptiva" del Egipto faraónico. "Quien conoce Aída la lleva en el corazón para siempre", ha confesado Lucrecia García, que ha precisado que la del jueves será la segunda vez que interprete esta obra con Concerlírica, aunque, en total, se ha puesto en la piel de Aída en 14 ocasiones.

Lucrecia García ha expresado también su satisfacción al poder trabajar por primera vez en Valladolid y en un teatro, el Zorrilla, al que ha calificado de "precioso, cálido y muy bonito" y para lo que ha habido que adaptar la representación para ajustarla a las dimensiones de la sala, con especial atención a los números de conjunto al tratarse de una ópera sobre guerras, prisioneros y marchas triunfales en los que llegan a participar hasta 140 artistas.

"El teatro está hecho para el espectáculo", ha continuado García, para quien esto lleva a buscar siempre la mejor forma para la representación pero "sin perder la esencia" de la obra.

La soprano ha admitido también que Aída es una ópera difícil que requiere una voz potente y al mismo tiempo flexible para soportar la altura de una música muy aguda y muy lírica. Según sus palabras, el libreto tiene que ser cantado con dulzura y de forma dúctil y flexible para hacer llegar al público el ánimo de una princesa etíope pero esclava en Egipto que se debate entre dos amores muy fuertes, el de su país y el de un hombre, Radamés, que capitanea el ejército egipcio que ha ocupado la tierra de Aída.

"Se trata de una situación muy dramática y muy fuerte", ha relatado la soprano venezolana, para quien los artistas deben cantar además con su cuerpo y con sus ojos para hacer llegar los sentimientos al público.

García ha diferenciado las "voces cálidas" de los cantantes de habla hispana de las "voces rubias", como las alemanas, ya que las primeras suenan a terciopelo "con timbres como de bronce". Según sus palabras, las voces hispanas tienen algo de metal y al mismo tiempo calidez y dulzura.

La soprano ha apostado también por introducir a los niños en las enseñanzas musicales por su contribución a su formación como personas. "La música ayuda a madurar y a no trastear tanto", ha explicado la cantante venezolana que comenzó su carrera en el mundo de la música como violinista.

Lucrecia García se ha mostrado contenta al poder trabajar en algo que le gusta y ha asegurado que se puede vivir de la lírica pero a base de actualizarse e inventarse a todos los niveles. "Se queda sin trabajo quien no se renueva y no se adapta", ha advertido la soprano, para quien el reto pasa por plantearse cada día un nivel de excelencia cada vez mayor.

Finalmente, ha alabado los avances en el mundo de la ópera, donde ha admitido haber sufrido alguna discriminación por condicionantes físicos, pero ha lamentado la falta de oportunidades que se da en España a los cantantes nacionales.

Para la representación de Aída en el Teatro Zorrilla de Valladolid

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