Dos años de prisión para un conductor que bajo los efectos del alcohol causó lesiones graves a un joven

Uno de los heridos sufrió lesiones en la columna vertebral y trastornos de la personalidad que le incapacitaron para trabajar

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión a J.B.O., un conductor que circulaba bajo los efectos del alcohol, perdió el control del vehículo, aceleró cuando la Guardia Civil le pidió que parara y acabó saliéndose de la vía, colisionando contra un turismo estacionado a uno de cuyos ocupantes causó graves lesiones.

El herido sufrió un politraumatismo que requirió ingreso en neurocirugía y rehabilitación. Y le quedaron como secuelas lesiones en la columna vertebral; y en el cráneo y el encéfalo, que le dejaron trastornos de la personalidad y un síndrome posconmocional con cefaleas, vértigos; y alteraciones del sueño, la memoria, el carácter y la líbido.

El lesionado tenía en esos momentos 23 años de edad y se encontraba en buen estado de salud. Tras el accidente, quedó incapacitado para su trabajo como peón aserrador y, en general, para cualquier actividad, tanto física como intelectual.

Así, los síntomas afectaron a su memoria y capacidad de concentración, y empezó a sentir cambios de carácter, irritabilidad, apatía y desorientación en el tiempo. También perdió los sentidos del olfato y el gusto.

Los hechos se produjeron en agosto de 2009 en la carretera autonómica 142 a su paso por la localidad de Villacarriedo. El condenado circulaba bajo los efectos del alcohol y perdió el control de la dirección del vehículo, arrastrando a su paso varios conos de señalización colocados por la Guardia Civil para realizar un control de alcoholemia.

Los agentes le indicaron que parara, pero J.B.O. no les hizo caso y continuó su marcha, que finalizó cuando se salió de la carretera y colisionó contra un vehículo correctamente estacionado en el margen derecho.

En su interior se encontraba el herido, que sufrió graves secuelas. Los daños sobre este turismo ascendieron a 40.200 euros.

Por estos hechos, el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander condenó al acusado a dos años de prisión por un delito de lesiones imprudentes en concurso (simultáneo) a otro contra la seguridad vial, en su modalidad de conducción bajo los efectos del alcohol.

También se le privó durante tres años del derecho a conducir vehículos, y se le impuso una indemnización de 89.519 euros en favor del lesionado.

Esta sentencia inicial fue recurrida por el herido, que consideraba que, atendiendo a las secuelas padecidas, la indemnización debería ser mayor. Y aunque la Audiencia de Cantabria no ve razones para elevar esta cantidad, sí que impone a la aseguradora del acusado el pago del devengo de los intereses, que pretendió evitarse.

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