El presidente del Consorcio de Aguas de Busturialdea, Igor Duñabeitia, ha encabezado este lunes una visita al recientemente finalizado túnel hidráulico de más de 2.600 metros de longitud y 4 metros de diámetro que une Sukarrieta con la EDAR de Lamiaran, situada entre Mundaka y Bermeo. Por esta infraestructura, pasará un volumen de agua residual de 17.000 metros cúbicos (m3) al día, lo que supone cerca de 6 millones de m3 al año, tras una inversión de 14,2 millones de euros.

Esta obra, que ha supuesto un volumen excavado de 35.000 metros cúbicos, utilizando 94 toneladas de explosivos, se enmarca en el Plan General de Saneamiento de Urdaibai, que incluye un colector general y una depuradora de aguas residuales en el entorno de Bermeo y Mundaka.

Este complejo túnel comenzó a construirse en diciembre de 2009 y permite sortear la compleja orografía del territorio, así como minimizar el impacto ambiental. El túnel discurre por los municipios de Sukarrieta (boca sur), Mundaka (donde se ha proyectado un acceso intermedio) y Bermeo (boca norte).

El túnel está provisto de un canal interior semicircular de un metro de altura por un metro de anchura y pendiente de 0,0025, por el que circularán las aguas residuales impulsadas desde la estación de bombeo de Sukarrieta.

Se ha definido una plataforma sobre el canal que permitirá el fácil acceso al túnel, utilizando un vehículo adecuado para realizar las correspondientes labores de mantenimiento y limpieza. El túnel ha sido diseñado de modo que simultáneamente permita albergar una gran tubería por la que circularán todas las aguas residuales de las poblaciones de Muxika, Arratzu, Kortezubi, Gautegiz de Arteaga, Gernika-Lumo, Forua, Murueta, Busturia y Sukarrieta, en su camino hacia la depuradora.