Las rotondas canarias se llenan de 'objetos tridimensionales' sin atender a criterios artísticos, según un escultor

Las rotondas canarias se han indo llenando de 'objetos tridimensionales' sin atender a criterios artísticos que han convertido mucho de los paisajes en "espacios belenísticos" ajenos a los logros de la escultura contemporánea. Así lo ha señalado el escultor tinerfeño y profesor de Volumen de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, Miguel Ángel Martín.
El escultor canario Miguel Ángel Martín
El escultor canario Miguel Ángel Martín
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El escultor canario Miguel Ángel Martín

Las rotondas canarias se han indo llenando de 'objetos tridimensionales' sin atender a criterios artísticos que han convertido mucho de los paisajes en "espacios belenísticos" ajenos a los logros de la escultura contemporánea. Así lo ha señalado el escultor tinerfeño y profesor de Volumen de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, Miguel Ángel Martín.

El escultor, que actualmente exhibe —hasta el 8 de abril— en la galería de arte Magda Lázaro de Santa Cruz de Tenerife la exposición 'Sensualidad rota', ha 'culpado' en una entrevista concedida a Europa Press de esta situación a la legislación de los años 80 en la que se debía destinar el 1 por ciento de cualquier obra pública a un apartado artístico.

"Las consecuencias de eso en Canarias, la podemos ver, sobre todo, en las obras de carretera y las encrucijadas con rotondas. Es muy difícil ya encontrar una rotonda en Canarias que no tenga un 'champiñón' — como lo ha denominado el periodista Alfonso González Jerez hace años— en donde vemos un espectáculo bastante deprimente", ha declarado el escultor palmero.

"Cualquier advenedizo que ha merodeado los pasillos del poder, se ha adueñado de espacios públicos, muchas veces, sin tener formación y han ido convirtiendo muchos de nuestros paisajes en unos espacios como belenísticos muy ajenos a la conquista de la escultura contemporánea y su relación con la idea de habitar un espacio", ha añadido para reconocer que no todo es igual.

"No digo que sea todo, pero sí que ha habido una inflación de objetos tridimensionales, denominadas como esculturas, que no son esculturas. Ahí sí que preocupa y se puede hacer un poco de daño porque están presentes en el paisaje, muchas no son reversibles y esto puede educar y puede hacer que el pueblo lo vea normal. No ha habido una crítica muy rigurosa a estos objetos de cómo se están adueñando estos espacios públicos sin pasar por concurso, un comité de bellas artes o pedir unos mínimos... sin tener un mínimo de un currículo sobre la persona que ocupa uno de estos espacios", ha declarado el autor de obras como 'Águeda' o 'Vaso Elegido'.

"Lo más dramático es cuando un arquitecto se hace escultor. Se ha hecho daño... aunque tenemos un buen comienzo en Tenerife con la exposición de esculturas en la calle o César Manrique que trabaja con la brisa y la luz están más cerca de la escultura contemporánea", ha concluido el escultor Miguel Ángel Martín.

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