Jurado Popular juzga desde este lunes a una mujer y su amante acusados de idear plan para asesinar al marido de ésta

Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este lunes, en la sección tercera de la Audiencia Provincial, a una mujer y su amante para los que la Fiscalía de Murcia solicita una pena de 20 años de prisión para cada uno al acusarlos de asesinar al marido de ésta con un cuchillo de 30 cm de hoja, guiados por el ánimo de acabar con su vida.

Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este lunes, en la sección tercera de la Audiencia Provincial, a una mujer y su amante para los que la Fiscalía de Murcia solicita una pena de 20 años de prisión para cada uno al acusarlos de asesinar al marido de ésta con un cuchillo de 30 cm de hoja, guiados por el ánimo de acabar con su vida.

Según las conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, a las que tuvo acceso Europa Press, los hechos sucedieron el 24 de marzo de 2007, cuando el acusado Manuel S. recibió la llamada de su amante, María Cruz A., quien le manifestó que acababa de tener una terrible discusión con su esposo y que "esto había que acabarlo ya".

Momento en el que el procesado se desplazó desde su lugar de residencia, en el Puerto de Mazarrón, hasta la capital murciana al ponerse de común acuerdo y guiados por el ánimo de acabar con la vida del fallecido.

Según relata el fiscal, el matrimonio, que comenzó en 1987 y de la que habían nacido tres hijos, comenzó a deteriorarse, entre otras razones, por el inicio de una relación extramatrimonial de la acusada con Manuel.

En agosto de 2006, se inició esta relación que los acusados llevaban con la mayor discreción hasta el punto de que ante la familia de Manuel, ella se presentó como una mujer separada y "libre".

Ya en la Navidad, María Cruz le planteó a su amante la posibilidad de matar a su marido, para lo que propuso hacerlo de forma directa o a través de otra persona contratada para tal fin. Para llevar a cabo el plan, Manuel le facilitó un teléfono móvil a ésta que "siempre utilizaban para sus conversaciones privadas".

Pasado un año, en enero la acusada se centró en llevar a Manuel a las cocheras de la funeraria donde trabaja su marido para que conociera con precisión la zona, puesto que no existía ningún cartel identificativo.

Guiados ya con el ánimo de acabar con la vida de la víctima y tras la discusión que mantuvo con su mujer, el día del crimen María Cruz se aseguró de que su amante adquiriera un instrumento para llevar a cabo su plan, siendo el lugar de ataque las puertas de las cocheras de la funeraria, puesto que la víctima se había desplazado a Murcia ese día para realizar un servicio funerario extraordinario.

Para no levantar sospechas, decidieron que ella se quedara en el domicilio familiar de La Alcayna con las hijas del matrimonio, mientras que el procesado se desplazó hasta un bazar chino de Mazarrón, donde adquirió 30 cm de hoja.

Por la tarde, sobre las 18.30 horas, llegó a la ciudad de Murcia y se dirigió a las inmediaciones de la funeraria. Durante el tiempo en que permaneció allí, María Cruz efectuó varias llamadas a su marido para saber en qué punto exacto se encontraba, lo que le servía de guía a su amante.

Una hora más tarde y con la intención de causarle la muerte, Manuel se aproximó por detrás y atacó a la víctima de forma súbita y sin capacidad de defensa, clavándole el cuchillo. Como consecuencia, sufrió un shock hipovolémico e insuficiencia respiratoria al perforarle el pulmón izquierdo.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato estimando en concepto de autor a Manuel S. y María Cruz A., concurriendo en este último caso la agravante mixta de parentesco, por el que pide una pena de 20 años de cárcel para cada uno.

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