Para las cadenas, plataformas y demás, un tipo que ha creado Glee, American Horror Story y American Crime Story tiene que ser por narices una prensa codiciada. Y así lo ha visto Netflix: el gigante de VOD ha fichado a Ryan Murphy con un contrato exclusivo para producir nuevas series. A cambio de su firma, el showrunner se embolsará 300 millones de dólares. De esta manera, el productor se convierte en el segundo fichaje estrella de la temporada tras Sonda Rhymes, la creadora de Anatomía de Grey.
Semejante cifra da a entender lo mucho que ha crecido el prestigio de Murphy, cuyo anterior contrato (con Fox) ascendía 'sólo' a 24 millones. En enero, el director dejó caer que la compra de dicho estudio por parte de Disney podía condicionar su futuro profesional, aunque no estuviese aún formalizada. "Cuando empezó a hablarse del trato, me llamó [el CEO de Disney] Bob Iger, y yo le dije del tirón: 'Sabes que las cosas que hago no son especialmente Disney, y eso me preocupa: ¿Tendré que poner a Mickey Mouse en American Horror Story?".
Según proseguía Murphy, Iger le había asegurado que la integridad de su trabajo no corría peligro, pero lo cierto es que (al reclamo de los millones, de la posibilidad de trabajar sin cortapisas, o de ambas cosas), el director ha terminado yéndose al streaming. ¿Qué nos tendrán preparados él y Ted Sarandos, el jefazo de Netflix?
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