Reino Unido teme que Gadafi se vengue en un atentado y EE UU insiste en que no quiere matarle

  • El líder libio ya atentó contra Reino Unido en 1988 en Lockerbie.
  • El presidente estadounidense subraya el éxito de la operación libia.
  • Para Obama, el objetivo es que se haga respetar la zona de exclusión aérea, el embargo de armas y la defensa de los civiles.
Imagen de archivo del 9 de julio de 2009 en la que se ve al líder libio Muamar el Gadafi (d) cruzándose con el presidente de los EE UU, Barack Obama, durante la cumbre del G-8 en L'Aquila, Italia.
Imagen de archivo del 9 de julio de 2009 en la que se ve al líder libio Muamar el Gadafi (d) cruzándose con el presidente de los EE UU, Barack Obama, durante la cumbre del G-8 en L'Aquila, Italia.
EFE/Massimo Percossi
Imagen de archivo del 9 de julio de 2009 en la que se ve al líder libio Muamar el Gadafi (d) cruzándose con el presidente de los EE UU, Barack Obama, durante la cumbre del G-8 en L'Aquila, Italia.

El presidente, Barack Obama, aseguró este viernes a líderes del Congreso que no hay planes de usar los recursos militares estadounidense para acabar con el dictador libio, Muamar el Gadafi, según informó el diario digital Político.

El gobernante estadounidense habló sobre la imposición de la zona de exclusión aérea y el acuerdo alcanzado el jueves en Bruselas para que la OTAN asuma todas las acciones militares previstas en la resolución 1973 de la ONU.

Político indicó en su edición digital que fuentes familiares con la sesión informativa, en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, conocida como 'Situation Room', aseguraron que Obama afirmó que Estados Unidos no se plantea acabar con la vida de Gadafi.

"No son solo los esfuerzos militares los que pueden forzar su salida", indicó la fuente.

Entre los asistentes estuvieron, el jefe del gabinete de Obama, Bill Daley; el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon; el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, el almirante Mike Mullen y la secretaria de Estado, Hillary Clinton y el general Carter Ham, jefe del Mando Unificado estadounidense para África, ambos vía telefónica.

Entre los congresistas, que participaron en persona o vía telefónica, estaban el portavoz de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner; el líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, Eric Cantor; la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosy.

También participaron los senadores demócratas John Kerry y Howard Berman, y los republicanos Richard Lugar e Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

Según indicó a Político el representante por Maryland Dutch Ruppersberger (demócrata), presente en la reunión, "se discutió sobre qué otras maneras tenemos de que el régimen cambie".

"No es nuestro papel hacer nada en este momento desde un punto de vista cinético. Nuestro objetivo es que el régimen cambie", dijo Ruppersberger, que es el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

Durante su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, explicó que el objetivo de la conferencia telefónica con los líderes del Congreso es "ponerlos al día sobre el traspaso del control (de las operaciones militares) a la OTAN".

El mandatario, que esta mañana se reunió con el Consejo de Seguridad Nacional para discutir la situación en Libia, también aprovechará la llamada para contestar las preguntas que tengan los legisladores sobre la misión de EE UU en ese país, precisó Carney.

Varios líderes del Congreso han criticado lo que consideran como la escasez de consultas de la Casa Blanca con el Legislativo sobre los ataques militares de EE UU y de sus aliados en Libia, que comenzaron el sábado pasado.

El Congreso tiene previsto realizar audiencias y una sesión a puerta cerrada para discutir la evolución del conflicto en Libia.

El pasado jueves, funcionarios de EE UU y la OTAN informaron de que la organización transatlántica tomará el control de las operaciones militares en Libia.

Estados Unidos y sus aliados han lanzado 153 misiones en las últimas 24 horas contra "objetivos de oportunidad" y tropas del gobierno de Gadafi, dijo este viernes un jefe militar estadounidense.

"La coalición atacó más objetivos desde ayer (por el jueves), en su mayoría no planificados de antemano sino objetivos de oportunidad", explicó el vicealmirante Bill Gortney, director del Estado Mayor Conjunto durante una conferencia de prensa en el Pentágono.

Desde que el sábado pasado la coalición encabezada por EE UU inició sus ataques contra Libia, ha habido 875 incursiones de las cuales 529 estuvieron a cargo de aviones y unidades estadounidenses, dijo Gortney.

Reino Unido teme represalias

El ministro de Justicia británico, Kenneth Clarke, teme que el líder libio Muamar el Gadafi ordene, como gesto de venganza ante la intervención militar británica en su país, un atentado terrorista contra Reino Unido similar al que tuvo lugar en 1988 en Lockerbie.

"Tenemos un interés particular en el Magreb, y es Lockerbie", indicó Clarke en una entrevista concedida al diario británico The Guardian, en referencia al atentado cometido contra un vuelo de pasajeros, en el que perecieron 270 personas y por el que se condenó al ciudadano libio Abdelbaset Al Megrahi; un acto terrorista, además, del que Gadafi fue hecho personalmente responsable por su ex ministro de Justicia, Mustafá Abdeljalil, el pasado mes de febrero.

"El pueblo británico", advirtió Clarke, "tiene motivos para recordar la maldición de Gadafi; verle de nuevo en el poder, ver cómo el viejo Gadafi busca venganza... tenemos un interés especial en evitar esa situación". Clarke, no obstante, insistió en que la resolución de Naciones Unidas que las fuerzas británicas están ejecutando en Libia, no defiende el cambio de régimen. "La ocupación de Libia sería una locura", le cita el diario.

El ministro de Justicia, no obstante, reconoce que existe cierta ignorancia en el seno del Gobierno británico sobre la forma en la que se va a resolver el actual conflicto. "Sigo sin estar totalmente convencido de que alguien sepa a dónde vamos con todo esto", declaró Clarke. "No estoy en el Ministerio de Exteriores, así que no me preocupan mucho mis declaraciones", bromeó. Con todo, admitió que "si bien definir el término 'victoria' es complicado, peor sería no haber hecho nada".

"Lo que el derecho internacional parece haber establecido es la base humanitaria sobre la cual, en casos excepcionales, la intervención de la comunidad internacional está justificada", declaró. "Ya hemos conseguido grandes avances al impedir la inminente invasión de Bengasi en el último momento. Habría muerto mucha gente, y a un régimen bastante lunático otra vez en el poder. Así que creo que hemos ganado algo", aseveró.

Éxito de la operación libia

El presidente estadounidense, Barack Obama, subrayó este sábado en su discurso radiofónico semanal el éxito de la operación lanzada por los aliados en Libia, cuyo control ha sido transferido esta semana a la OTAN.

"Cada estadounidense puede estar orgulloso de las vidas que hemos salvado", dijo Obama, quien reafirmó la decisión que tomó el sábado pasado al autorizar la participación de las Fuerzas Armadas de EE UU para salvar al pueblo Libio de la "brutalidad" de Muamar el Gadafi.

"Hemos hecho progresos importantes", afirmó el mandatario estadounidense, quien añadió que las defensa aéreas del líder libio han sido anuladas y sus fuerzas "no están avanzando más en el país".

Obama señaló que Estados Unidos "no debe -y no puede- intervenir siempre que hay una crisis en cualquier parte del mundo" y aseguró que la misión militar en Libia es "clara" y "enfocada" a ejecutar junto con los países socios la resolución de la ONU.

"Cuando alguien como Gadafi amenaza con un baño de sangre que puede desestabilizar la región entera, y cuando la comunidad internacional está preparada para actuar unida para salvar varios miles de vidas, entonces está en nuestro propio interés actuar".

No obstante, enfatizó que la intervención estadounidense es "limitada" y sin tropas sobre el terreno.

El objetivo es que se haga respetar la zona de exclusión aérea, el embargo de armas y la defensa de los civiles.

"Los ataques de Gadafi contra civiles deben parar. Sus fuerzas deben replegarse. La asistencia humanitaria debe poder entrar para ayudar a quienes lo necesitan", reclamó.

Obama agradeció la participación de Catar y Emiratos Árabes Unidos, que han contribuido con aviones, mientras la presión internacional contra Gadafi crece también en forma de embargo de sus bienes.

"Gadafi ha perdido la confianza de su pueblo y la legitimidad para gobernarlo, y las aspiraciones del pueblo libio deben realizarse", concluyó.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento