En un comunicado de dos folios en euskera remitido a varios medios de comunicación, ETA asume también la autoría de 23 atentados sin víctimas realizados desde el 15 de septiembre al 22 de diciembre y niega su implicación en los falsos avisos de bomba en el Santiago Bernabéu y en la sede central del PP en la calle Génova de Madrid.

La organización terrorista considera que la propuesta de Batasuna "es la aportación política más sólida que se ha presentado cara a superar el enfrentamiento entre Euskal Herria y los estados" desde anteriores iniciativas de la izquierda abertzale como las llamadas "Alternativa KAS" y "Alternativa Democrática", añade la banda terrorista, para la cual "es tiempo de tomar la palabra" porque "la decisión sobre el futuro le corresponde a cada ciudadano, sin ninguna presión ni límite".

La organización terrorista considera que el "entierro del Estatuto" de autonomía, al que denomina "de La Moncloa", hace posible una "nueva oportunidad" cuya base es el reconocimiento del derecho de autodeterminación.

"Grave responsabilidad" 

En cuanto a la aprobación del Plan Ibarretxe en el Parlamento vasco, gracias al apoyo de tres parlamentarios de Batasuna, ETA advierte al tripartito PNV-EA-EB, al que no cita, de "la grave responsabilidad en la que incurrirán quienes pretendan responder con un nuevo fraude a la situación que ahora se presenta".

Por otra parte, ETA asume la colocación de artefactos en tres torretas eléctricas, tres inmobiliarias, dos empresas, un refugio del Ejército en Belagua, en cinco puntos de la red viaria de Madrid al inicio del puente de la Inmaculada y en ocho ciudades españolas el día de la Constitución.

En cambio, niega ninguna relación con los avisos falsos de bomba en el Bernabéu y en la sede del PP en la calle Génova y dice que estas actuaciones son "peligrosas y perjudiciales" y "responden a ocultas intenciones, abren el camino a la guerra sucia y a la manipulación".

El comunicado de ETA se publica dos días después de la propuesta presentada por Arnaldo Otegi en nombre de la Mesa Nacional de Batasuna, a la que no hace referencia expresa.

En la carta se emplazaba al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a buscar una solución al conflicto vasco mediante un acuerdo entre los partidos "nacionalistas y no nacionalistas", y la negociación con ETA para una "desmilitarización multilateral".