Era el rey de los plisados. Los ha paseado con elegancia década tras década sin que pierdan un ápice de modernidad. Era el rey en Oriente.
Nació en Hiroshima en 1938 y estudió diseño gráfico. Sus inquietudes giraban en torno a la moda, así que se fue a París para ampliar sus estudios en la École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. Trabajó para Givenchy, pero eso no era suficiente para él. Necesitaba crear una marca propia, un sello que poner en sus diseños para que la tradición y la cultura japonesa se pasearan sobre las pasarelas de medio mundo. Por eso regresó a Tokio para crear su propia firma en 1970.
Dinamitó la industria de la moda con su famosa "Pleats, please", técnica de plisado que plasmaba en pantalones, vestidos, faldas, tops. Esa suerte de origami traspasaba patrones.
Debutó en la Semana de la Moda de París en 1985, desde entonces sus diseños nunca han dejado de levantar pasiones. Su industria se expandió al mundo de los perfumes siendo Issey Miyake, y todas sus derivadas, una de las fragancias más vendidas en el mundo.
En 1997 se retiró para dedicarse a la investigación.
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