Entrevista |

Cris Planchuelo: "Ojalá un día no tengamos que definirnos sexualmente. ¿Qué más da? Tú eres tú"

El club del Daiquiri y su autora. Cris Planchuelo
'El club del daiquiri' y su autora', Cris Planchuelo
@rojofoto/Canva
El club del Daiquiri y su autora. Cris Planchuelo

"Cris Planchuelo es pedagoga y sexóloga, pero ha trabajado como periodista en revistas femeninas durante casi la mitad de su vida. En Cálamo & Cran imparte clases de Comunicación Escrita, Periodismo de Moda, Lenguaje Claro, Vámonos de Letras,  Comasutra: el arte de la puntuación. Es profesora de Redacción y Estilo en Fuentetaja". Este texto es parte de la biografía que reza la nota de prensa de 'El Club del daiquiri' (Agua editorial), la primera novela de Cristina Planchuelo. Pero ahora, si me lo permiten, la que firma aporta su propia biografía de la autora:

"¿Cuántas veces practicáis sexo vosotras a la semana?"; "voy a llamar a la editorial del libro de texto de mi hija porque usan ejemplos violentos e innecesarios para representar palabras como cuchillo (decía mostrando el dibujo de un hombre acuchillando a otro en un libro de educación infantil)"; "no te dejes llevar por el enfado, respira y cuando te desenfades, actúa"; "¡qué simpática eres! (soltaba con frecuencia durante los años que trabajamos juntas)"... Estás y otras muchas frases las decía mi redactora jefe, ahora (y entonces) escritora, cuando trabajábamos en una de esas revistas femeninas de las que habla su biografía. Cristina, además, es sosiego, es calma, es sentido común y es surrealismo. Surrealismo puro y del bueno. 

Hablo con ella a propósito de la publicación de 'El club del daiquiri', su primera novela y su segundo libro ('El increíble caso del apóstrofo infiltrado', ed. Pie de página). Se trata de un relato que entremezcla las historias de un grupo de mujeres, con su amistad como trasfondo y la ciudad de Madrid como las bambalinas entre las que las amigas ríen, lloran, sufren, beben, tienen sexo... Un polvorín de 376 páginas que se lee en un abrir y cerrar de ojos y te deja con ganas de conocer y abrazar a las protagonistas.

P. Lo primero que pensé cuando leí la nota de prensa, es que esto era Sexo en Nueva York: la protagonista es una bloguera que escribe de sexo, igual que Carrie Bradshaw; tiene su grupo de amigas, igual que Carrie, se reúnen, hablan mucho de sexo… 

R. Pues mira te confieso que yo ni me he leído Sexo en Nueva York ni lo había visto. El libro es multibiográfico, se basa en parte en mí y en parte en historias de mujeres que me rodean. El resultado ha sido ese. Cuando acabé pensé: "puede que se parezca, bueno, no me importa, si Sexo en Nueva York ha funcionado esto puede funcionar".

P. ¿Cómo surge el Club del daiquiri?

R. El libro nace de un blog que yo escribía sobre sexo. Cuando me quedé sin trabajo en la revista AR decidí recuperar mi faceta de sexóloga, entonces empecé a escribir este blog que se llamaba 'Amor y CIA' en el que contaba de una forma un poco exagerada y novelada lo que me habían contado a mí otras mujeres con las que me encontraba y que al saber que era sexóloga me hablaban de sus movidas sexuales y de sus dudas. Entonces, cuando me propusieron hacer una novela dije: "pues yo tengo como base este blog, ¿qué os parece si lo usamos?". Y así surgió. Es decir, mucho fue parte de mi realidad y de la realidad de muchas mujeres. ¿Qué pasa? Que cuando haces novela romántica con un grupo de amigas en una ciudad y con sexo de por medio, el referente es Sexo en Nueva York, pero no, la intención no era imitarlo.

El club del daiquiri (Agua editorial)
El club del daiquiri (Agua editorial)
Cortesía

P. ¿Cuánto tardaste en escribirla?

Pues no llego a un año porque ten en cuenta que ya tenía escrita la parte del blog... Además, yo soy muy obsesiva, (ya no tanto, matiza). Si tengo una idea en la cabeza, me vuelco en ella. Le dedicaba un par de horas diarias (al margen de su trabajo), estaba constantemente pensando en ello. Diría que fueron unos 6 meses a tope, como una oposición.

A mis alumnos les digo que si quieren escribir tienen que escribir cada día. Y que además, antes de levantarse de la mesa para dejar de escribir tienen que pensar qué van a hacer mañana para que el cerebro empiece a trabajar ya en cómo resolver el objetivo del día siguiente. No es inspiración, es trabajo.

P. ¿Las características que definen a cada de las protagonistas están exageradas?, ¿cualquier mujer, o yo misma, nos podemos identificar con ellas o están muy ficcionadas?

R. Yo siempre digo que la realidad está llena de personajes, lo único que hay que hacer es que sus rasgos distintivos se exageren para que resulte un personaje interesante de leer. Ya sabes que Hitchcock decía: "Un buen drama es como la vida pero sin las partes aburridas". Yo tengo una comedia, que es como la vida pero exagerando la realidad. Hay personajes con rasgos exagerados y otros son un poco arquetipos.

P. ¿Tienes tu propio club del daikiri?

Sí, el primero surgió en mi adolescencia, esas amigas con las que quedába, nos apoyábamos, hablábamos de todo, salíamos, nos divertíamos y nos reíamos de cualquier cosa, y luego con el tiempo se ha ido creando esos otros clubes del daiquiri. Esos grupos en los que cada una es muy diferente a las demás, porque eso es parte de la gracia, y que cuando nos juntamos surgen temas de conversación que no tienes en ningún otro entorno. Es verdad que van cambiando los temas. Es verdad que van cambiando las bebidas, ahora quedamos para tomarnos un té, un café o un vermut y no nos descontrolamos tanto como cuando yo era joven pero la dinámica sigue ahí. Es muy de 'tías' soltar las cosas sin filtro y que nadie juzgue a nadie o sí, pero de forma momentánea, luego no, luego te van a querer porque se acumulan tantos buenos momentos que esos pesan siempre más.

P. Siempre has estado dispuesta a hablar de sexo cuando nadie hablaba de ello tan abiertamente, no sé si es algo educacional o justo lo contrario, que tuviste una educación en la que no se hablaba de esto y dijiste, "pues mira, voy a abrirme".

R. Bueno, mi generación ha hablado muy poco de sexo, esa es la verdad. Yo estudié sexología a finales de los 80. Entonces trabajaba en un periódico y me dijo mi jefe: "Cris deberías escribir sobre sexo". Y yo dije, vale. Pero vi que me faltaba mucho conocimiento, me puse a leer libros, y entonces me di cuenta de que me faltaba criterio para seleccionar los libros y los contenidos y decidí hacer un curso de educadora sexual. Me gustó tanto que dije: "esto es un terreno que hay que explorar más". Y estudié un máster. No era habitual en mi generación, yo hablaba de sexo y a la gente le chocaba, se escandalizaban. Así que respondiendo a tu pregunta no fue educación ni rebelión, fue algo circunstancial.

P. ¿Cómo de importante es contar bien las cosas para que la educación sexual sea plena?

R. Mucho, por ejemplo, se asocia libertad sexual a orgasmo y no es así. Hay muchas ideas preconcebidas en torno a la sexualidad, hay mucha ignorancia y aquí se trata de que tú puedas disfrutar de tus deseos en la manera en la que a ti te guste.

P. ¿Por qué las nuevas generaciones están más abiertas a no definirse sexualmente? ¿Antes también pero no lo contaban?

Los jóvenes ahora tienen la oportunidad de explorar, digamos que tienen esa libertad de poder probar y saber quiénes son. Una libertad de la que yo no disfruté y posiblemente tu generación tampoco. A mí me encantaría que llegáramos algún día en el que no tuviéramos que definirnos como homosexuales, heterosexuales, bisexuales… ¿no? ¿Qué más da? Eres lo que eres, quien eres y disfrutas.

Cris Planchuelo
Cris Planchuelo
@rojofoto

Cristina estará firmando en la Feria del Libro de Madrid el día 10 de Junio a las 12.30 h (caseta 325).

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