Recordamos a Carme Chacón en el quinto aniversario de su muerte de la mano de su amiga Joana Bonet

TOMA DE POSESIÓN DE LA MINISTRA DE DEFENSA, CARME CHACÓN José Oliva / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 15/4/2008
TOMA DE POSESIÓN DE LA MINISTRA DE DEFENSA, CARME CHACÓN José Oliva / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 15/4/2008
TOMA DE POSESIÓN DE LA MINISTRA DE DEFENSA, CARME CHACÓN José Oliva / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 15/4/2008

Hoy, 9 de abril, cuando se cumplen cinco años de la muerte de Carme Chacón, hablamos con Joana Bonet, su amiga, la periodista y escritora autora del libro ‘Chacón. La mujer que pudo gobernar’ (Península). 

Aunque no consiguió ser la primera presidenta del país, lo cierto es que logró transformar el panorama político al demostrar que las cosas se podían hacer de una forma diferente. Desde humanizar los puestos de poder hasta demostrar que a los ministerios, profundamente masculinizados, “les venía bien la feminización”, la primera ministra de Defensa de España cambió el rumbo de la política.

‘Chacón. La mujer que pudo gobernar’ (Península) es mucho más que una biografía: es un retrato íntimo en el que la periodista Joana Bonet, amiga de Carme Chacón, se ha tenido que detener en más de una ocasión para saber cómo actuar al adentrarse en algunos espacios más comprometidos y desconocidos. “Como fue muy discreta, he pensado en ello. Una cosa son las confidencias que mantuve como amiga, dejando a la periodista en segundo lugar, y otra mi papel como periodista. Sin embargo, como decía José Martí Gómez, en periodismo, tarde o temprano, todo acaba por poder publicarse. Ha sido un proceso difícil, pero he tenido en cuenta al que me gustaría que fuera su gran lector: su familia”, asegura Bonet.

La familia de Carme Chacón participa en el libro

La periodista ha dedicado varios años a escribir esta biografía, tan personal y veraz que en ocasiones sentimos estar leyendo las propias anotaciones de Carme. No es de extrañar: Joana reconoce que la familia de la política le ha abierto la memoria de Chacón para ir reconstruyendo las piezas del puzzle juntos. “Me han dejado sus cuadernos, que estaban mezclados con los míos, y fue entonces cuando he tenido una sensación extraña al nacer el vapor de una intimidad desconocida. No había conocido esa sensación de que mis objetos habitaran con los de Carme sin estar ella. He tenido acceso a sus anotaciones privadas y a su agenda, y esas libretas esparcidas en el desorden, al final han terminado por naturalizarse; te piden que las abras y que busques lo más pequeño”, dice con emoción.

“Éramos ligonas con cierta tendencia a ordenar nuestro pequeño caos”

El inicio de una amistad

Conoció a Carme Chacón en Madrid más de 20 años atrás a través de una amiga común de Lleida, la tierra de Joana Bonet. En la capital, asegura, se hicieron vecinas de un clima particular en el que sus múltiples coincidencias, así como la condición de ser dos catalanas en Madrid, las acercaron. Compartían lecturas que a ambas les gustaban, como los escritos de Bolaño, y fueron tejiendo una red de afinidades selectivas, complicidad e ironías. 

La periodista y escritora Joana Bonet
La periodista y escritora Joana Bonet
OUTUMURO

“Había una corriente de diversión muy latente. Éramos ligonas con cierta tendencia a ordenar nuestro pequeño caos y lectoras impenitentes. Todo nos acercaba”, comenta Bonet, que cada vez fue siendo más consciente del papel que Carme Chacón estaba adquiriendo en el país y de su vocación de servir a España. “La patria y la familia son cosas de las que se ha apropiado la derecha, pero en ella eran dos puntales que las formaron. La ideología le vino de su historia familiar. Ella siempre echa mano de la cultura como elevador. Era lo que más admiraba”, dice la periodista.

Un libro que se empezó a fraguar con el sí de Carme Chacón

Cuando Carme es nombrada Ministra de Defensa, Joana tiene la idea de escribir un libro sobre la primera mujer en ostentar el puesto. Chacón accede, por lo que Bonet se convierte en su sombra para ir recogiendo información. La política también le da un listado de 30 personas afines y cercanas para ver cómo se construye el personaje. “Conocía a Carme, la amiga, pero hay un personaje al que voy conociendo poco a poco y que a la vez voy deshojando porque van saliendo capas. Yo misma me sorprendo de sus diferentes rostros y de su capacidad de vivir, como si tuviera un sexto sentido para vivir rápido. Estaba enamoradísima de la vida y era muy gozoso estar con ella. El libro se para y cuando fallece soy consciente de que he sido depositaria de su confidencias e historias. La familia me pregunta si tengo intención de reactivar el proyecto… Y lo hago. Cuando estoy cerca de dejarlo, de repente la editorial Península muestra su interés por el libro y así me encuentro a mí misma, en pleno confinamiento, entrevistando a medio partido socialista”, dice Joana Bonet.

“Querer ser una política española en Cataluña le valió veneno”

En ‘La mujer que pudo gobernar’, Joana Bonet escribe acerca de cómo con su nombramiento en Defensa, embarazada, Carme rompió un trozo del techo de cristal. “Pero entonces el feminismo no había ganado el debate de la opinión pública. Además, Chacón no pertenecía al aparato, era una 'outsider'. Y lo más importante, no participaba de la religión dominante en la escena política: el cinismo”.

Fotografía de archivo tomada el 14 de abril de 2008 en la que Carme Chacón prometía su cargo de ministra de Defensa ante el rey Juan Carlos.
Fotografía de archivo tomada el 14 de abril de 2008 en la que Carme Chacón prometía su cargo de ministra de Defensa ante el rey Juan Carlos.
Chema Moya / EFE

No era cínica ni mujer de ocurrencias

¿Qué habría hecho de ella una presidenta ejemplar? “Que no era una política cínica ni de ocurrencias. Tenía principios muy sólidos. Jordi Sevilla dice que los políticos quieren ser alguien, y algunos quieren hacer algo. Ella quería las dos cosas, y creía en el poder de transformación que posee la política. Era anti corrupta, huía de los tratos de favor y quería distribuir y devolver muchos privilegios de las élites a la ciudadanía. Quería renovar el PSOE. Querer ser una política española en Cataluña le valió veneno. Creía en una política no sectaria y era cosmopolita”, explica.

“Cuando las mujeres llegan al vértice del poder y están cerca de lograrlo empiezan los obstáculos”

Pero… ¿por qué tarda tanto España en apostar por una presidenta? “Según mi experiencia, cuando las mujeres llegan al vértice del poder y están cerca de lograrlo empiezan los obstáculos. Es como si las mujeres fueran casi ‘outsiders’ en el fondo de los sistemas y estructuras que hasta ahora estaban en la primera línea política”. 

Y por si fuera poco, sus enemigos aseguraban que la sombra de su entonces pareja, Miguel Barroso, era multiforme. Lo reconocían como “un as en la comunicación de Carme, el que llevó al poder a ZP con cuidada fotogenia y toneladas de esperanza blanca. Él mueve los hilos detrás de la política, dirán de él; es quien sueña en convertirla en presidenta del Gobierno. Intentarán activar de nuevo la idea de Pigmalión”, tal y como escribe Joana Bonet, que confiesa que años después, la secretaria de Chacón, María Torres, le confesaría lo siguiente: “Él era meticón, pero ni de lejos mandaba, y más en una estructura tan jerárquica y compleja como la de Defensa”.

¿Siempre hay un hombre detrás? 

Joana muestra su insatisfacción con el hecho de que siempre que hay mujeres independientes y poderosas en el mundo no solo de la política, sino del poder en general, se habla de que hay un hombre detrás. “Pero qué somos, ¿menores de edad? Cuando una mujer llega a este nivel, no se puede pensar en esa figura del hacedor. Detrás hay una trayectoria de trabajo, entrega, compromiso, becas… ¿Cómo se atreven a decir que depende de un hombre cuando la suya era la suma de una serie de consecuencias, actuaciones, estudios, trabajos, informes y negociaciones?”, se pregunta.

El vaho del vapor de la intimidad

No tiene que haber sido fácil para Joana Bonet escribir el libro teniendo tres editoras de forma simultánea. Por un lado, la real. Por otro, ella misma. Por último, la voz y la memoria de Carme Chacón. “He escrito con mucha responsabilidad, pero también con parálisis y con muchos bloqueos. A veces no he podido terminar de escuchar algunas grabaciones con ella, pero afortunadamente, soy periodista de libreta, por lo que en alguna ocasión he recurrido a las notas en lugar de al audio, porque me quedaba abatida. Este libro ha sido escrito por un principio de lealtades”, reconoce.

Carme Chacón, la mujer que pudo goberbar. Joana Bonet, ed. Península.
Chacón, la mujer que pudo goberbar. Joana Bonet, ed. Península.
Cortesía

El armario del poder y una baja maternal incompleta

A tan solo ocho semanas de dar a luz a su hijo, Miguel, Carme Chacón tomó las riendas del Ministerio de Defensa. Para presidir la Pascua Militar de 2009, sustituyó el tradicional vestido largo por un esmoquin de Purificación García, no sin antes asegurarse de que fuera protocolariamente adecuado. “Incoporó el lenguaje de comunicación norteamernicano, la neuropolítica y también el entender la moda como un campo político. El esmoquin de la Pascua Militar fue un alegato a favor de la igualdad. ¿Cómo, en el siglo XXI, vamos a seguir cumpliendo protocolos rancios? Creía que además de la política y la patria, la estética no solo era un privilegio de gente con recursos o conservadora. Jugó con el estilo y supo proyectarse a través de la imagen. No tuvo prejuicio”, asegura Joana Bonet.

“Llevaba en su bolso la plastilina y los discursos de la comisión de Defensa”

A los 77 días de la toma de posesión de su cargo, Carme Chacón regresó al trabajo tras haber sido la primera ministra en la historia de la democracia española en disfrutar de una baja maternal que, al compartirla con Miguel Barroso, fue tan solo de 42 días, lo que le valió alguna que otra crítica. “Yo hubiera preferido que se la cogiera entera, aunque es cierto que en el último mes de embarazo, aprovechó para empollar a lo bestia.

 Nunca he visto a una mujer más maternal que ella. Vivió la maternidad con una dicha inmensa. Llevaba en su bolso la plastilina y los discursos de la comisión de Defensa. Era la primera vez que una mujer entraba en un ministerio de estado, y hablamos de uno especialmente masculinizado. De hecho a su llegada hubo más de un militar que dijo que era un agravio, un escarnio y un desprecio para las fuerzas armadas españolas que los mandara una mujer embarazada”, asegura Joana.

Los titulares que rodearon a su nombramiento, de un machismo recalcitrante, hoy serían impensables. “El zapaterismo fue el estreno de una nueva política. En España nos quitamos la caspa que llevábamos a las espaldas. Sin duda modernizó el gobierno, y al ver hoy los comentarios machistas, resulta increíble ver cómo Carme lo gestionaba con tanta calma y distancia, con una inmensa sensación de competencia, y sobre todo, sin rencor”, señala.

“La sociedad está preparada para que las mujeres lideren una transformación política”

Joana se enteró de la muerte de su amiga en el vagón silencio del tren, cuando la directora adjunta de La Vanguardia, Lola García, le preguntó si podía escribir algo en un par de horas. Entre sollozos, Joana murmuró “La puta política”... ¿Qué le diría hoy a “la puta política”, para finalizar? “Que deje de tutelar a las mujeres y que los partidos les dejen ya paso, porque la sociedad está preparada para que las mujeres lideren una transformación política. Pero cuando entran en un cuadro de mando, rompen la baraja y desbaratan la inercia con la que se actuaba y procedía. Tienen una manera de dirigir más horizontal, cercana, y muchas veces ponen con su ejemplo en cuestión un estilo de hacer política que ya es caduco. Uno de los grandes haberes de Carme Chachón, además de la renovación del ejército, es la humanización de la política, que empapaba sus acciones. Ella quería construir un paradigma de sensibilidad. Ahora se llamaría 'feminización de la política', pues la suya fue una manera feminista de hacerlo. Puso la vida en el centro y tuvo siempre en cuenta que tras la política, hay personas… Ella continuó llamando a las viudas y madres de los militares fallecidos en Afganistán y Líbano cada Navidad hasta el último año de su vida”, dice Joana.

No nos cabe duda de que cuando el hijo de Carme Chacón, Miguel, lea el libro, descubrirá que su madre fue “la mujer que pudo gobernar”, pero sobre todo, la mujer que cambió la política.

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