No todo son malas noticias en la industria del automóvil. El futuro de Renault en España para los próximos años está un poco más despejado gracias al esfuerzo negociador tanto de la empresa como de sus trabajadores.
Después de reunirse en once ocasiones, la dirección de la compañía en España y los sindicatos llegaron ayer a un preacuerdo para un nuevo convenio colectivo que, cuando sea ratificado por las asambleas de los diferentes sindicatos, estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024.
La validez del acuerdo, eso sí, está condicionada a una serie de requisitos, como que la sede siga en Madrid, que la actividad de ingeniería continúe en España y que se asigne un nuevo vehículo, motores y caja de velocidades a las factorías de Valladolid, Palencia y Sevilla.
Dentro del preacuerdo destacan, entre otros muchos aspectos, que la jornada laboral anual será de 217 días y que hasta 2022 se congelarán los sueldos, para los dos años siguientes establecer la subida del IPC y un porcentaje entre el 0,5 y el 1% más objetivos. También está previsto formalizar 1.000 contratos indefinidos en el periodo del convenio y se han regulado las condiciones de la bolsa de horas de trabajo.
En cuanto a mejoras en aspectos sociales, destaca que los periodos de paternidad, maternidad y lactancia serán considerados como tiempo efectivo de trabajo para la generación de antigüedad y categorías profesionales; se crearán escuelas de formación y reciclaje con el objetivo de cualificar a trabajadores mayores de 50 años de las cadenas de montaje para desempeñar otras tareas y se establece la posibilidad de solicitar una reducción de jornada (con reducción proporcional de salario) para personas que hayan padecido enfermedades oncológicas durante el periodo de recuperación de dicha enfermedad.
Con todo, a lo lardo del presente año empresa y sindicatos seguirán abordando otros asuntos, como el plan de igualdad, teletrabajo y el Acuerdo de Calidad de Vida en el Trabajo.
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