Este año se ha registrado el total de fallecidos en accidentes de tráfico estivales más bajo desde que se registran datos: 202. Esta cifra representa un 6% menos que el pasado verano, lo que se traduce en 13 víctimas menos respecto al 2019. Aún así, este total sigue siendo elevado y está muy lejos del objetivo cero víctimas que todos los años plantea la Dirección General de Tráfico.
Estudiando los datos más en detalle, durante el mes de julio se produjeron 105 accidentes mortales en los que fallecieron 114 personas. En total son 3 fallecidos menos que los 117 registrados en julio del pasado año.
En el mes de agosto se produjeron 80 accidentes mortales en los que fallecieron 88 personas, lo que supone 10 fallecidos menos que en el mismo mes de 2019. Es el agosto con menor número de fallecidos de la serie histórica. Durante este mes ha habido dos días con 0 fallecidos.
Por otro lado, el total de accidentes ha bajado un 7% y el número de personas heridas que ha precisado hospitalización se ha reducido un 8%. Estos datos mejoran la situación general respecto a la siniestralidad.
Estos datos fueron ofrecidos la semana pasada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea, y el director general de Tráfico, Pere Navarro.
Menos víctimas, menos desplazamientos
Tal y como afirmó Grande-Marlaska, este verano se esperaba con mucha incertidumbre en lo que al comportamiento del tráfico se refiere, ya que la situación posterior al estado de alarma preveía una conducción impulsiva como consecuencia del estrés del confinamiento.
Pero, entre las medidas adoptadas para frenar los contagios y la falta de seguridad para viajar, los desplazamientos por carretera no han llegado este año a su volumen habitual: se han registrado un total de 82'8 millones de trayectos respecto a los 91'2 millones del pasado 2019. Es un descenso del 9%.
Por tanto, la menor densidad del tráfico y el factor de que estos viajes hayan sido más cortos inciden directamente en la bajada de accidentes mortales de tráfico. La reducción del tráfico, además, ha permitido una mejor gestión de la seguridad vial y tanto salidas como regresos sin grandes atascos ni aglomeraciones en los accesos a las grandes ciudades.
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