¿Sabes si tus neumáticos están en buen estado? Cinco claves para revisarlos antes de salir a la carretera

El mantenimiento de los componentes del vehículo es fundamental y eso incluye las ruedas, ya que si están en mal estado afectarán a la conducción y generarán un esfuerzo extra al propulsor, notándose en el depósito de combustible.
El mantenimiento de los componentes del vehículo es fundamental y eso incluye las ruedas.
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El mantenimiento de los componentes del vehículo es fundamental y eso incluye las ruedas, ya que si están en mal estado afectarán a la conducción y generarán un esfuerzo extra al propulsor, notándose en el depósito de combustible.

No nos cansamos de repetir que las ruedas son uno de los elementos del coche que más condicionan la seguridad en la conducción. Los neumáticos están en constante contacto con el asfalto, son el punto de apoyo del vehículo con la carretera y deben estar siempre impecables para evitar incidentes, percances o sustos al volante. 

Además de elegir los neumáticos que correspondan con nuestro modelos de vehículo, hay que prestar atención a cualquier signo de deterioro que puedan presentar. Igualmente, es importante chequear que la presión sea la adecuada e hincharlos cuando sea necesario, siendo esta una operación muy sencilla que se puede realizar en cualquier gasolinera o área de servicio. 

Si esta Semana Santa se va a utilizar el coche (prestando atención, eso sí, a las restricciones que pesen sobre la movilidad), es conveniente hacer todas las comprobaciones necesarias sobre los neumáticos antes de salir a la carretera. Si no sabes por dónde empezar, Adine explica los cinco puntos clave en los que te has de fijar para asegurarte de que tus ruedas están impecables para rodar:

  1. La presión. Debe ser la recomendada por el fabricante y hay que comprobarla periódicamente para detectar si algún neumático hubiera perdido aire. Una presión insuficiente o excesiva puede derivar en un desgaste y envejecimiento prematuro de los neumáticos, además de en una falta de control del vehículo y un aumento considerable de la frenada.
  2. La profundidad y el desgaste del dibujo. El dibujo del neumático ha de tener una profundidad superior a 1,6 milímetros (el límite legal establecido), aunque es aconsejable cambiarlos cuando esta sea inferior a 3. Un neumático desgastado deja de cumplir su función y pone en peligro nuestra seguridad al disminuir el agarra y aumentar la distancia de frenado, multiplicando el riesgo de sufrir patinazos.
  3. Revisión visual. Hay buscar irregularidades como cortes, deformaciones, objetos clavados o incrustados u otros signos de desgaste. Si presentan cualquier anomalía es conveniente sustituirlos de inmediato.
  4. Equilibrado y Alineación. Si al circular con nuestro vehículo este no mantiene una trayectoria estable (se va a la derecha o izquierda cuando soltamos el volante por unos segundos) o bien se produce una vibración del volante, la alineación de los neumáticos no es correcta. Es aconsejable acudir a un taller para su revisión.
  5. Rueda de repuesto. Como punto final y accesorio, si el vehículo dispone de una rueda de repuesto es conveniente revisar también la presión de esta. Revisar la presión de la rueda de repuesto, si el vehículo dispone de ella por si acaso se sufre un pinchazo en carretera y hay que sustituirla. 
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