¿Cuánto puedes ahorrar si cambias tus luces halógenas del coche por luces LED?

Existen diversos tipos de bombillas para los faros del coche. Los más escuchados y habituales últimamente son las luces de tipo LED, aunque anteriormente los faros halógenos habían sido los más instalados en los coches. Las luces LED son más baratas y duraderas que las halógenas y, sin embargo, cambiar de este segundo tipo al primero no ha sido tan fácil hasta ahora. 

La normativa entendía el cambio de bombillas como una reforma del coche, por lo que el procedimiento era más complicado y, además, exigía la certificación de la modificación en una ITV. Ahora, las luces se pueden sustituir siempre y cuando las luces LED utilizadas sean legales y estén homologadas en algún estado del Espacio Económico Europeo, lo que facilita el cambio y la sustitución de las bombillas halógenas por unas de tipo LED.

Ventajas de las luces LED

Doce defectos en las luces del coche que pueden hacer que no pases la ITV

¿Qué ventajas tienen los faros LED? Desde Norauto señalan una lista de beneficios por los que usar bombillas de este tipo. El primero es que son más eficientes y consumen menos energía, además de que duran mucho más, pudiendo alcanzar las 20.000 horas de funcionamiento. 

Por otro lado, permiten ver a mayor distancia, proporcionan mayor iluminación y se encienden de manera automática, ya que no tienen que calentarse. Además, emiten una luz más blanca y brillante, haciendo la conducción nocturna más cómoda y evitando que la vista se canse. 

La vida útil de las bombillas LED

Al ser más duraderas, instalar bombillas LED nos permitirá ahorrar en la compra de nuevas unidades para nuestro coche cuando estas se fundan. Las bombillas halógenas duran una media de 500 horas, mientras que las LED de media alcanzan unas 10.000 horas. Aunque las bombillas cuesten apenas 10 euros por unidad de media (dependiendo del modelo del coche y del tamaño necesario), una bombilla de LED nos durará lo que 20 halógenas. 

El ahorro también se traduce en reducción del consumo de combustible, aunque este sea más sutil. Los faros LED necesitan alrededor de 13V por hora para funcionar, frente a los 70V que necesita un halógeno. Estas cifras suponen un 81% de ahorro de energía entre las bombillas LED y las halógenas, lo que se traduce en un menor consumo y una menor emisión de CO2 por cada kilómetro que recorra el coche.