Tener el coche parado durante un atasco es un gasto no solo de combustible y de tiempo, sino también en el taller, ya que esta situación acelera el desgaste de ciertas piezas del coche.
Las empresas aseguradoras no suelen cubrir los daños producidos por desastres naturales o hechos extraordinarios, pero hay una manera de reclamar los gastos de reparación de los desperfectos que haya podido sufrir nuestro vehículo.
El mantenimiento del coche evita que el vehículo sufra averías costosas con el paso del tiempo, pero es un gasto que hay que tener en cuenta en el presupuesto anual.
Saber acerca de la salud de tu vehículo es esencial para la gran mayoría de los conductores en España, con ello, se pueden evitar futuros problemas mecánicos que nos llevarán al taller con el fuerte gasto que esto supone.
Al igual que nos aseguramos antes de que llegara el verano de que nuestro coche estaba en condiciones para viajar, ahora toca revisar que los viajes por carretera no han deteriorado ninguna de estas partes del vehículo.
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Durante el verano, las averías mecánicas del vehículo son la primera razón para llamar a la asistencia en carretera, bien sea de emergencia o de nuestra compañía de seguros del coche.
El calor y las condiciones a la hora de circular por zonas de costa afecta también a la mecánica de las motocicletas, que pueden sufrir averías de incluso 6.000 euros de reparación.
La mecánica de los coches es sensible a las altas temperaturas y, por lo tanto, hay ciertos elementos que tienden a fallar más cuando hace calor, provocando una mayor afluencia en los talleres.
Las luces y símbolos que se encienden en el salpicadero del coche nos alertan de posibles fallos y averías. En este caso, existe uno de color amarillo que si falla no podrás pasar la ITV en España.
El RACE avisa de que el calor puede afectar al rendimiento de nuestro vehículo provocando diferentes efectos mecánicos, como el aumento del consumo o la pérdida de potencia.
Con los precios de la gasolina y el diésel y el calor en la calle, el gasto en combustible del coche puede dispararse este verano. Cualquier ayuda y truco son buenos para tratar de reducir el gasto.
El salitre y la arena pueden provocar graves daños en la carrocería del coche si no se limpian a tiempo, pero esta no es la única parte del coche que puede sufrir problemas.
Los coches nos avisan de que algo no va bien en su mecánica mediante diversas señales: ruidos extraños, chirridos, falta de potencia repentina, olores poco habituales... Hay que saber identificarlos.
Hay algunos casos en los que arreglar los problemas del coche como pequeños golpes es más fácil de lo que parece: desde algún truco casero hasta kits de reparación con los que los rayones o bollos pueden desaparecer del vehículo en pocos minutos.
La palanca de cambios de marcha encabeza la lista de averías más caras a reparar en un coche. Sin embargo, hay ocasiones en las que solo se ven afectadas algunas piezas que se pueden sustituir.
Además de ayudar al vehículo a mantener el contacto con el asfalto, una suspensión en buenas condiciones evitará que se dispare el consumo de gasolina o diésel.