Las patronales del automóvil proponen una reforma fiscal sin impuesto de matriculación

La renovación del parque automovilístico español es el objetivo principal de las nuevas propuestas y líneas de acción del mundo de la automoción y los protagonistas de este cambo son, sin duda, los vehículos electrificados. Por eso, son el elemento destacado de muchas propuestas que buscan reducir el conjunto de emisiones contaminantes de la movilidad cotidiana. 

Para conseguir, entre otros aspectos, abaratar el precio de adquisición de estos modelos y hacerlos más atractivos para el consumidor, las patronales del mundo de la automoción han trasladado al Ministerio de Hacienda un documento con la propuesta de toda una reforma fiscal con el vehículo eléctrico en el centro. 

La lógica principal es reducir o eximir del pago de las tasas a las que se enfrentan los conductores y compradores de un vehículo, sustituyendo el impuesto de matriculación y el de circulación y reduciendo o suprimiendo el IVA.

Impuesto medioambiental

Las asociaciones Anfac, Faconauto, Ganvam y Sernauto han trasladado al Ministerio de Hacienda la propuesta de sustituir el impuesto de matriculación por un impuesto medioambiental basado en las emisiones de CO2 del vehículo y la antigüedad de cada turismo. En el caso del impuesto de circulación, que se calcula según la potencia fiscal de cada vehículo, se pide que los electrificados, desde híbridos hasta cero emisiones, estén bonificados del 75% al 100% en el pago de esta tasa según sus emisiones. 

También se ha planteado la eliminación del IVA en la compra de un eléctrico o emisiones reducidas nuevo o, en su caso, la aplicación de un tipo reducido para este tipo de coches. Esta propuesta no podrá llevarse acabo hasta que no esté recogida en una directiva europea pero desde las asociaciones ya se han comprometido a apoyarla cuando se inicie la correspondiente tramitación. 

En la línea de tipos impositivos, también se ha propuesto homogeneizar el impuesto de transmisiones patrimoniales que regula cada comunidad autónoma y que grava la compraventa en el mercado de ocasión. La propuesta sigue la línea de que este impuesto se regule según las emisiones de cada vehículo (en el caso de este mercado) para facilitar e impulsar la renovación del parque por modelos menos contaminantes.