El grupo automovilístico Stellantis se ha comprometido a reducir en un 50% sus emisiones de CO2 en 2030 y alcanzar la neutralidad cero en carbono en 2038, objetivo que quiere conseguir con una apuesta por vehículos más amigables con el medio ambiente, cuya comercialización impulsará de modo importante en los próximos años, especialmente en Europa y en menor medida en Estados Unidos. Carlos Tavares, consejero delegado de la multinacional surgida de la integración de PSA y FCA (Fiat Chrysler), ha destacado esas proyecciones en la presentación del plan estratégico ‘Dare Forward 2030’ de la compañía, que incluye el objetivo de vender 5 millones de vehículos eléctricos en 2030 gracias a una cartera de 765 modelos a baterías, incluido el primer todocamino totalmente eléctrico de la marca estadounidense Jeep.
Compromiso con el planeta
Tras condenar en el principio de su alocución internacional ‘online’ la invasión de Ucrania en Rusia y solidarizarse con la población afectada, así como mostrarse dispuesto a aplicar las sanciones a Moscú que se decidan, Tavares ha dado cuenta de un plan con el que la firma expresa su compromiso con lo que más hay que cuidar: el planeta, los clientes y sus trabajadores. En esas tres líneas se ha centrado gran parte de su discurso, consciente en todo caso de las cinco tendencias que hay que tener en cuenta en el escenario en el que se mueve en la actualidad el sector de la automoción: la transición energética, la experiencia en la movilidad, la movilidad digital, la fragmentación y la volatilidad.
El consejero delegado de Stellantis ha destacado en el plan estratégico el objetivo de duplicar los ingresos hasta los 300.000 millones de euros en 2030, manteniendo al mismo tiempo un margen operativo ajustado de dos dígitos durante todo el período del plan. La compañía espera generar más de 20.000 millones de euros en flujo de caja libre industrial en 2030 y tiene la meta de alcanzar una ratio de reparto de dividendo de entre el 25% y el 30% para 2025 y la recompra de hasta el 5% de las acciones ordinarias en circulación.
No ha habido en el parlamento de Tavares, plagado de datos y detalles sobre planes financieros, apuestas tecnológicas y alianzas de futuro, ninguna información sobre plantas concretas y la adjudicación de nuevos modelos, salvo que se continuará en el proceso de electrificación de todas las plantas.
Tres fábricas en España
El grupo tiene en España tres factorías: la zaragozana de Figueruelas, la de Vigo y la de Villaverde (Madrid), sitios que –haciendo extensivo el discurso del consejero delegado– deben ser lugares idóneos para trabajar. Los empleados, aseguró el directivo portugués, desempeñan un importante papel en el futuro de la compañía.
El directivo portugués ha insistido una y otra vez en que Stellantis será líder de la movilidad del futuro, lo que aseguró que se conseguirá con apuestas por los coches a baterías y también por el hidrógeno (en este caso, fundamentalmente con vehículos comerciales), así como con una digitalización que irá a más gracias a acuerdos como el firmado con Amazon.
«El plan incluye retos ambiciosos y sabemos que habrá baches en el camino, pero nos adaptaremos», ha dicho Tavares, que no ha dejado de proclamar el orgullo de liderar una multinacional con 14 marcas con mucha historia (de Peugeot, Opel y Fiat hasta Chrysler, Lancia y Maserati) y de mostrarse convencido de los logros que en materia económica podrán conseguirse.
En este sentido, los excelentes resultados en su primer año de existencia (13.400 millones de euros de beneficios) serán, ha recalcado, un buen aval para seguir confiando en mantener una elevada rentabilidad en los próximos años.
Potenciar el segmento premium
En el turno de preguntas tras presentar el plan estratégico, Carlos Tavares ha hecho una referencia general sobre las fábricas del grupo en países como Italia, Francia o España, destacando que lo que debe importar sobre su futuro es que el mercado de automóviles no se reduzca más. En ese campo ha llamado la atención de los políticos con responsabilidad en la materia para actuar, ya que compañías como Stellantis, ha dicho, están haciendo su parte. Es decir, «poner tecnología, sus marcas, sacar vehículos seguros y asequibles e ilusión». Lo que hay que hacer, incidió, es «proteger el tamaño del mercado».
El consejero delegado del grupo automovilístico ha destacado también la importancia que la compañía quiere dar al segmento premium y de lujo, potenciando sus marcas Alfa Romero, DS, Lancia y Maserati, cuyos ingresos prevé que se multipliquen por cuatro en 2030.
Tavares defendió el hecho de contar con 14 marcas diferentes. «Algunos dicen que tenemos demasiadas», ha apuntado al respecto. «Nosotros decimos que tenemos una marca personalizada para cada necesidad del consumidor», ha zanjado.
El directivo portugués ha insistido en su discurso en la diversidad de los empleados de la compañía, que son de 170 nacionalidades diferentes. En el evento intervinieron tres incorporaciones recientes, una de ellas española: Berta Rodríguez-Hervás, vicepresidenta de Inteligencia Artificial en Stellantis, que procede de Tesla y ejerce en San Francisco, California.
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