La falta de puntos de recarga tanto en los domicilios como en los edificios de uso público es un lastre para la electromovilidad, sobre todo en nuestro país, que siempre queda en la cola de las clasificaciones europeas por este factor. Pese a que muchas marcas financian la instalación de puntos de carga o de wallbox para los compradores particulares de un coche eléctrico, es cierto que el procedimiento para colocarlos puede ser largo y tedioso (sobre todo si se instala en un garaje compartido, ya que habrá que pedir permiso a la comunidad de vecinos, por ejemplo).
Para impulsar la creación de puntos de recarga de coches eléctricos y mejorar toda la red europea, la Comisión Europea ha propuesto que en todos los edificios de nueva construcción, o en aquellos en los que se lleve a cabo una reforma importante, se debe exigir la instalación del precableado para colocar los puntos de carga, si así lo quisieran los usuarios o habitantes del edificio.
La propuesta toda está en debate, pero ayudaría a solucionar los procedimientos administrativos y las trabas de instalación, lo que daría a los conductores la base legal y el impulso necesarios para colocar puntos de recarga.
Sin olvidar los edificios ya existentes
Desde la asociación Transport & Environement, aunque han visto el lado positivo de esta propuesta, han querido recordar a los conductores de coches eléctricos que viven o trabajan en edificios ya existentes en los que no hay ningún requisito sobre la instalación de puntos de recarga.
Para paliar esta situación, la nueva propuesta de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios especifica que los edificios no residenciales como oficinas y comercios debem estar, igualmente, equipados con un mínimo de puntos de recarga para el uso de los conductores.
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