Unas 15.000 personas, según fuentes del Ayuntamiento de Barcelona, marcharon contra el proyecto aprobado por el Gobierno central del PP.
Comenzó en la plaza Universitat y terminó en la de la Catedra, con el objetivo de demostrar a las instituciones europeas que la presión ciudadana sigue intacta.
Este Plan supone ampliar en más de 700.000 las hectáreas de regadíos en España, la mayoría en el Ebro, lo que absorvería más de la mitad de su caudal.
El 68,36% de los votos (5.755) ha escogido mantener el monumento, además de "reinterpretar y contextualizarlo para promover la memoria histórica y la paz".
Los partidarios de retirar el monumento para "musealizarlo para promover la memoria histórica y la paz" fueron un 31,25% (2.631 votos).
El alcalde de la localidad, Ferran Bel (CiU), se mostró satisfecho por la participación, que ha llegado al 29,73% (8.464 votos en total).
Para Bel, "no se votaba ni el fascismo ni el franquismo, simplemente si un monumento se museiza o se reinterpretaba al lugar".
Alcaldes de municipios aragoneses de la Ribera Alta del Ebro han criticado a Mariano Rajoy por no aportar soluciones para paliar los destrozos causados.
El edil de Remolinos, Alfredo Zaldívar, ha afirmado que "no hacen más que echar balones fuera, nunca contestan a lo que se les preguntan".
Se trata de corderos, vacas, cerdos y animales domésticos como caballos.
Solo queda en la localidad de Remolinos, una de las más afectadas por la riada, un "problema residual": 300 terneros muertos aún no pueden ser retirados.
La Dirección General de Salud Pública no ha detectado ningún problema para la salud.
Reclaman que se declare como "desastre natural" la zona del valle afectada por las inundaciones para que se pueda "indemnizar a los afectados al 100%".
Exige la "reposición inmediata" de infraestructuras agrícolas y ganaderas.