"Debe haber un cese completo de la violencia sobre los civiles", dice su secretario general, el danés Anders Fogh Rasmussen.
Temen que si la operación aliada falla, Libia se convierta en un "terreno propicio para terroristas y extremistas", de ahí que defiendan una vía política a la crisis.
Rasmussen ha lamentado las muertes poco después de que un responsable militar de la OTAN en Libia asegurara que la Alianza no tenía por qué disculparse.
Libia vive un punto muerto que beneficia a Gadafi, según un jefe militar de EE UU.
La OTAN niega que haya estancamiento político o militar.