El servicio se llamaba Megabox, estaba en fase beta e iba a lanzarse en 2012.
Con este sistema, los artistas recibirían dinero por subir sus creaciones a la nube y además se quedarían con el 90% de los ingresos generados por publicidad.
El objetivo era crear una alternativa competitiva a iTunes.
El escrito de acusación contra los gestores de Megaupload asegura que el portal repartía "millones" a usuarios para que subiesen contenidos protegidos.
El FBI y el Departamento de Justicia aseguran que los propietarios de la página se dedicaban al blanqueo de capitales a gran escala.
Se habrían embolsado 175 millones de dólares desde 2005.
Los expertos consultados por 20minutos.es consideran que Megaupload "no es nada sin sus usuarios" y que la tecnología siempre irá por delante de la ley.
La operación contra el portal que alojaba contenidos tras las protestas contra la SOPA demuestra, dicen, que "no es necesaria" más legislación.
Portales como Rapidshare podrían ser los siguientes.
Los blogueros expertos en Internet, a favor de la operación contra Megaupload, de ser cierto que vulneraba derechos de autor y que blanqueó dinero.
Sin embargo, presuponen que no será el fin de las descargas.
En Twitter son muchos los que se acuerdan de los que sí pagaban por usar la web de descargas y piden a la industria del cine y a la musical una oferta similar.