Entre el 20 y el 40% de los niños van sin desayunar, lo que favorece su obesidad.
Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado azul mejora la concentración, la memoria y el rendimiento intelectual.
Si toma más energía de la necesaria, ésta se almacenará en forma de grasa.
Los estudios demuestran que la alimentación de los escolares no es buena.