
Tras perder su último habitante en 1964, la localidad de Granadilla quedó a merced del silencio y del abandono. A día de hoy, se encuentra restaurado y se ha convertido en un pueblo museo con un único acceso controlado por una muralla.
- El imponente castillo italiano que esconde una prisión, una sala de tortura y fantasmas
- El palacio español que está entre los más embrujados de Europa