
Sully-sur-Loire, la entrada al valle
Este castillo de cuento de hadas fue construido a finales del siglo XIV a orillas del Loira y hoy constituye la puerta de entrada oriental del valle. Verdadera fortaleza medieval, clasificada monumento histórico en 1928, el castillo mantiene su singularidad gracias a su ancho foso todavía con agua, su torre del homenaje y sus altas atalayas cónicas. El más célebre de sus propietarios fue Maximilien de Béthune (1559-1641), el primer duque de Sully y gran ministro del rey Enrique IV. Fue él quien creó el parque, agrandó la fortaleza e hizo reforzar los diques para proteger la ciudad de las crecidas del río.
Javier Castro
Chenonceau, el “Castillo de las Damas”
Uno de los castillos más impresionantes no solo del Valle del Loira sino de todo el planeta. Chenonceau es un lugar excepcional, tanto por su ubicación como por su diseño, y es en la actualidad el castillo francés más visitado después del de Versalles. Conocido como el “Castillo de las Damas” en la historia de Francia, fue construido en 1513 por Katherine Briçonnet, embellecido sucesivamente por Diana de Poitiers y por Catalina de Médici y salvado del rigor de la revolución por la señora Dupin. El castillo posee una magnífica pinacoteca con obras de grandes maestros como Murillo, Tintoreto y Rubens, así como un notable conjunto de tapices de Flandes del siglo XVI.
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Chambord, el mayor de todos
El castillo más grande del Renacimiento francés está a menos de dos horas de París, entre Loiret y sus bosques. El torreón cuadrado flanqueado por cuatro torres le proporciona aspecto de fortaleza medieval inexpugnable. Los elementos decorativos, en cambio, están muy influenciados por el Renacimiento italiano. El castillo proporciona tablets para descubrir el Chambord de hace cinco siglos a través de la realidad aumentada. Como curiosidad, la salamandra, emblema de Francisco I, aparece más de 300 veces en bóvedas esculpidas y paredes, y simboliza la omnipresencia del rey, aunque no estuvo mucho tiempo alojado en este castillo.
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Azay-le-Rideau, joya del Renacimiento
Construido en el corazón de la Touraine, en el Valle del Loira, el castillo de Azay-le-Rideau ofrece todo el encanto y la belleza del Renacimiento y es una obra maestra de la arquitectura del siglo XVI. Se erige en una isla que dibuja el río Indre, rodeada por un parque romántico del siglo XIX. Durante la visita a este castillo, restaurado primorosamente en 2017, es posible conocer desde cerca los antiguos oficios y el arte de los constructores del Renacimiento francés.
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Chaumont-sur-Loire, la gran fiesta
El de Chaumont-sur-Loire es uno de los pocos castillos que ofrece una vista al río Loira y su naturaleza salvaje. El castillo que conocemos hoy es el fruto de varios trabajos de remodelación. De la primera construcción en los años 1000 no queda nada ya que fue incendiado y destruido en 1465. Se reconstruyó pocos años después y fue cambiando según los usos y deseos de cada una de sus dueñas: Catalina de Médici en 1550, Diana de Poitiers en 1560 y Marie-Charlotte de Broglie en 1875. Su última dueña devolvió al castillo su gloria y esplendor, organizando grandes fiestas para los reyes y las reinas de toda Europa.
PEDROSALAVERRIA
Villandry, jardines con sello español
Villandry es el último de los grandes Castillos del Loira que fueron edificados en la época del Renacimiento en el Valle del Loira. Notable por la armonía de su arquitectura, el dominio es conocido sobre todo por sus jardines, repartidos en tres niveles, que aúnan estética, diversidad y armonía. Construido por Juan El Bretón, ministro de Finanzas de Francisco I, sus descendientes conservaron el castillo hasta 1754. Pasó entonces a ser propiedad del marqués de Castellane, embajador de Luis XV. En 1906 el castillo fue comprado por el doctor Joachim Carvallo, nacido en España, bisabuelo de los propietarios actuales. El doctor Carvallo abandonó una brillante carrera científica para consagrarse únicamente a Villandry. Salvó el castillo de ser demolido y creó los excepcionales jardines.
PEDROSALAVERRIA
Amboise, el reposo de Leonardo da Vinci
Lugar clave de la historia de Francia, en los albores del Renacimiento, durante los reinados de Carlos VIII y de Francisco I, la fortaleza medieval se transforma en residencia real. La corte y los más ilustres de las letras y las artes de Europa pasan temporadas en Amboise, invitados por los soberanos, como Leonardo da Vinci, cuya sepultura está en la capilla de este castillo. Rodeado por bellos jardines panorámicos, el castillo posee una excepcional colección de mobiliario gótico y renacentista, testimonio del refinamiento artístico del primer Renacimiento francés.
alxpin