Haz ejercicio

Una vez que lo has dejado, el ejercicio puede ser una importante fuente de distracción cuando te vuelvan a entrar ganas de fumar, ya que te hará pensar en otra cosa. Si estás trabajando o haciendo cualquier otra actividad, procura pensar en otra cosa para que se te pasen las ganas.

Enumera los beneficios

Seguramente haya una serie de razones por las que has decidido dejar de fumar, así que en momentos de debilidad puedes tratar de enumerarlas o escribirlas. Seguro que te ayuden a mantener tu fuerza de voluntad férrea.

Usa la regla de los 10 minutos

Si estás a punto de caer en la tentación nuevamente, simplemente date 10 minutos para reflexionar y aléjate de la tentación. Son estas pequeñas batallas las que ayudan en el resultado final.

Practica técnicas de relajación

Puede que el tabaco haya sido tu forma de lidiar con el estrés, por lo que hacer yoga, practicar la meditación o escuchar música relajante pueden ayudarte a cumplir la misma función.

Ahorra el dinero y date un capricho

Una cosa que puedes hacer es ahorrar todo el dinero que habrías gastado en el tabaco y después darte un capricho con él. Seguro que este pequeño aliciente te ayuda en tu propósito.

Pide ayuda a familia y amigos

Si te está costando resistir la tentación, recurre a tus seres cercanos para que te ayuden. Una simple charla telefónica te ayudará a distraerte y dejarás de lado el deseo de fumar.

Mastica algo

Es ideal mantener la boca ocupada para evitar el deseo de consumir tabaco. Ya sean chicles, caramelos, frutos secos o cualquier otro alimento, te resultarán de utilidad.

Evita los factores desencadenantes

Probablemente, fumabas en determinadas situaciones concretas, ya fuera mientras que tomabas café o salías a tomar algo. Identifica estos momentos y procura hacer otra cosa.

Lee libros especializados

Siempre es bueno recurrir a toda la información posible y libros especializados pueden ayudarte a encontrar la mejor técnica posible que se adapte a tus necesidades.

Ve reduciendo el consumo poco a poco

Si te parece muy complicado dejarlo de golpe, empieza a reducir el consumo de forma paulatina y seguro que de esta manera terminas dejándolo definitivamente.