Es uno de los efectos más comunes y se aprecia después de usarlo con mucha frecuencia en poco tiempo. Los expertos señalan que los geles tienden a resecar la piel y pueden alterar su flora natural.
Pixabay/HNDPTESBCNo es lo más habitual, pero el gel es un producto inflamable que hay que extender rápidamente y frotar bien el alcohol con el objetivo de que se evapore y así evitar estos molestos contratiempos.
Pixabay/GadiniOtro de los posibles riesgos relacionados con una aplicación incorrecta es que se produzca una intoxicación por la ingesta involuntaria del producto. Es fundamental mantenerlo fuera del alcance de los niños.
Pixabay/Ri_YaLas últimas investigaciones han mostrado que el gel puede causar sensibilidad e irritación en la piel, por lo que no conviene abusar de su uso. Siempre que haya jabón, será mejor opción que el desinfectante.
Pixabay/Kreuz_und_QuerEl gel es muy perjudicial para los ojos, por lo que hay que manejarlo con cuidado. Aunque tradicionalmente los efectos son limitados, lo cierto es que puede llegar a provocar la pérdida de visión. En caso de que ocurra, hay que aplicar urgentemente agua y marchar al hospital.
Pixabay/xusenruEl triclosán, uno de los antibacterianos de los desinfectantes, se ha asociado a reacciones alérgicas, por lo que está prohibido su uso en jabones en Estados Unidos.
Pixabay/nastya_geppUsar demasiado gel puede tener el efecto no deseado de incrementar la resistencia de las bacterias, haciendo el organismo más susceptible a patógenos.
Pixabay/andreas160578Se puede manifestar con enrojecimiento de la piel, grietas e incluso ampollas. Y una de las consecuencias es un fuerte picor.
Pixabay/veerasantinithiComo consecuencia de la sequedad se puede producir también esta circunstancia negativa para los dedos que en su peor versión puede llevar a los edemas, caracterizados por su dolor e hinchazón.
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