El Monasterio de El Paular se encuentra junto a la localidad de Rascafría, en la sierra de Guadarrama, a poco más de una hora en coche de Madrid. Como todos los monasterios cristianos desde el siglo VI, posee una hospedería para visitantes.
BIEITO ÁLVAREZEs el encargado de recibir a huéspedes como Javier López (izquierda), un jubilado de La Rioja que viene a pasar unos días en la hospedería.
BIEITO ÁLVAREZLa hospedería ofrece alojamiento por un módico precio, pero existen normas: Los huéspedes deben asistir a los rezos y comer con los monjes y no se puede abandonar el monasterio de noche. “Esto no es un hotel, es un lugar de silencio”, aclara el monje.
BIEITO ÁLVAREZEl Paular fue un antiguo monasterio de cartujos, una de las órdenes monacales más austeras. Sus miembros apenas abandonaban las celdas, cuyos restos aún se conservan. Los cartujos fueron desalojados con la desamortización de Mendizabal de 1834.
BIEITO ÁLVAREZEl Paular volvió a ser habitado en 1953 por monjes benedictinos. Actualmente, allí viven 11 monjes, muchos de ellos de avanzada edad, por lo que los antiguos terrenos de cultivo del monasterio están en desuso.
BIEITO ÁLVAREZLos huéspedes de la hospedería tienen acceso a las zonas comunes del monasterio, incluida la biblioteca, donde se apilan libros de teología en una pared y de temas completamente variados en otra.
BIEITO ÁLVAREZEn el claustro del monasterio, los huéspedes se mezclan con los turistas, que vienen a admirar la colección de obras del pintor barroco italiano Vicente Carducho, recuperados por el monasterio tras un largo periplo en el año 2006.
BIEITO ÁLVAREZEn el jardín están enterrados numerosos monjes que cumplieron sus votos de estabilidad y permanecieron en el monasterio hasta su muerte. Allí solo tienen acceso los huéspedes de la hospedería y los monjes y, en su centro, se encuentra un característico templete octogonal de piedra y una fuente.
BIEITO ÁLVAREZAntes de cada una de las tres comidas diarias, los huéspedes deben acompañar a los monjes en sus rezos, en los que cantan salmos que se pueden seguir en los libros allí disponibles. "Los no creyentes no tienen por qué participar de los rezos, simplemente, asistir con el debido respeto", explica el monje.
BIEITO ÁLVAREZEn el comedor, los huéspedes comen junto a la comunidad de monjes y deben permanecer en silencio. Durante la comida, un hermano recita versículos de la Biblia desde un pedestal.
BIEITO ÁLVAREZEl catolicismo en España está viviendo una pérdida paulatina de fieles desde el comienzo de siglo y actualmente, solo un 53% de la población se define como tal frente al 82% de 2001, según el CIS.
BIEITO ÁLVAREZEste descenso en el número de miembros de las comunidades monásticas ha supuesto también que numerosos monasterios hayan tenido que ser clausurados junto con sus hospederías y se conviertan simplemente en patrimonio cultural. En la imagen, la joya de la corona de El Paular, la capilla del Sagrario.
BIEITO ÁLVAREZEl hermano José Antonio, a pesar de todo, pretende ser fiel a sus votos y permanecer durante el resto de su vida en el monasterio, haciendo que la hospedería siga con vida. “Si das el paso, es para toda la vida. Mi idea es morir aquí".
BIEITO ÁLVAREZEl hermano José Antonio forma parte de la comunidad de 11 monjes de El Paular. "Es obligatorio asistir a los rezos, comer con la comunidad y por la noche no se puede salir del monasterio, nada de ir al pueblo a tomar una cervecita, aunque hay algunos que se escapan…", admite con sorna.
BIEITO ÁLVAREZ