A falta de calle, bueno es un balcón. Estos días de cuarentena, los ciudadanos que pueden los están aprovechando al máximo: ya sea leyendo o tomando el sol con música.
Jorge ParísTambién los padres encuentran en ellos un respiro: pueden jugar allí con los niños, que ya llevan sin colegio dos semanas.
Jorge ParísQuien no tiene hijos o ganas de leer, también aprovecha para echarse una siesta al sol, que ha vuelto tras una semana mala.
Jorge ParísUna mujer observa el panorama desde su balcón para sobrellevar mejor el confinamiento por el coronavirus.
Jorge ParísUn hombre observa las uñas de su mano y escucha música mientras toma el aire en su bacón.
Jorge ParísDos personas tomas el sol en un balcón de Vallecas en Madrid, durante el confinamiento por coronavirus.
Jorge ParísAquellos afortunados con balcones, observan resignados su trozo de calle una y otra vez.
Jorge ParísSímbolo de la paciencia y del esparcimiento durante la cuarentena por el coronavirus, un balcón espera a ser ocupado por sus propietarios.
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