Portada tardorrománica de la iglesia de Sant Vicent, con los enterramientos bajo la entrada.
EDUARDO MANZANAEnterramientos al pie de la entrada a la iglesia de Sant Vicent. Todavía es visible una losa funeraria (en el centro) y, a la izquierda, un cráneo y huesos.
EDUARDO MANZANAEn la zona excavada frente a la portada tardorrománica todavía son visibles una losa funeraria, un cráneo y huesos.
EDUARDO MANZANAMomento de apertura de los enterramientos. Algunos cuerpos se encontraban en posición yacente y otros esqueletos habían sido acumulados a medida que se producían las inhumaciones.
Uno de los muertos conservaba un pequeño sello de plomo con una indulgencia plenaria (bula) del convento de la Trinidad de València (1448 d. C.), lo que ha permitido identificar y datar los restos.
El arqueólogo municipal Vicent Escrivà indica el hallazgo de la cripta del siglo XV, junto a la iglesia.
EDUARDO MANZANAAzulejo octogonal datado en 1430. Entre los azulejos de cerámica hallados en la intervención arqueológica se encuentra esta pieza octogonal de Manises del siglo XV (sobre 1430 d. C., según los investigadores).
La huella del abad de Poblet. Estos dos ladrillos, también de de Manises, presentan sendos escudos heráldicos del abad de Poblet entre 1435 y 1437 Miquel Roures. Fue prior de Sant Vicent y mayoral de Quart.
Las estancias superiores, con cientos de metros cuadrados de superficie, se destinarán a dotaciones culturales públicas.
EDUARDO MANZANAGloria del siglo XVIII. Se trata de una especie de suelo radiante que llevaba el humo caliente a través de las paredes y liberaba calor.
EDUARDO MANZANA