El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha respaldado a Carlos Urquijo como delegado del Gobierno en el País Vasco y ha negado que exista "impulso político" en ninguna de sus actuaciones, que ha asegurado que sólo obedecen a la vigilancia del cumplimiento de la ley.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha vuelto este miércoles a pedir explicaciones al Gobierno por la actuación de Urquijo ante las instituciones vascas, al que acusan de dedicarse a "arrinconar el diálogo" en las relaciones entre ambos ejecutivos con la presentación "inagotable" de recursos ante los tribunales.

Montoro ha negado este extremo y ha explicado que lo que no puede hacer un delegado del Gobierno es "mirar para otro lado" cuando se está produciendo una vulneración de la legalidad. "Y todos sabemos que algunas personas e instituciones son más renuentes a cumplir las leyes", ha afirmado defendiendo que la culpa de ello no es de quien denuncia el incumplimiento sino del que vulnera la legalidad.

Así, ha reconocido que Urquijo ha interpuesto un número "importante" de recursos, que ascienden a un total de 537, pero ha sostenido que no se trata de una actuación "en absoluto caprichosa" porque la tasa de éxito de estos recursos ronda el 90 por ciento. Montoro cree que este porcentaje demuestra una actuación "más que certera" y ha negado valorarlos por su cantidad porque eso debe calibrar "en función de la circunstancia".

"Parece que ponen el foco en el delegado del Gobierno y dicen que es él quien provoca la tensión en vez de hacerlo la correspondiente administración —ha censurado—. Pero sabe que hay administraciones contumaces en el incumplimiento de la ley como si no existieran unas leyes estatales".

El diputado del PNV ha recordado que los delegados del Gobierno tienen asignadas doce competencias pero ha censurado que Urquijo "parece ocuparse a una sola de ellas", que es la interposición de recursos "vigilando a otras administraciones" y "tenido a la Guardia Civil en gira permanente vigilando si hay banderas o no en los mástiles".

"Como un mal cazador, dispara a todo lo que hay a su alcance —ha censurado. La única legislación que atiende es la del Estado, de la de la comunidad autónoma pasa olímpicamente. Su labor no debería ser convertirse en un perro de presa encargado de vigilar e incordiar ruidoso y aullador sin ofrecer ningún diálogo a las administraciones".

Esteban ha preguntado así a Montoro si esta actitud responde a alguna directriz del Gobierno o, por el contrario, Urquijo "se les ha escapado de las manos" actuando como "un virrey a espaldas de la metrópoli".

El ministro ha insistido en respaldar la actuación de Urquijo y ha asegurado que el Gobierno actúa siempre "en defensa del Estado de Derecho buscando el acuerdo, el consenso y siempre en el marco de la más estricta legalidad". En este punto ha recordado las iniciativas legislativas que han tenido el apoyo del PNV y la reciente renovación del concierto económico, que ha contado con un amplio consenso.

"Existe voluntad política de acuerdo, coincidencia, respeto extremo a las competencias de cada uno y acatamiento de las normas que nos obligan a todos", ha enfatizado señalando que el respeto a las normas "gustará más o menos" pero hay cumplirlo.

De esta forma, ha negado que exista "animosidad especial" contra alguien y ha achacado la conflictividad a la propia de un Estado complejo como el estado español, "descentralizado política y administrativamente".

PNV:

"fobias y obsesiones" de urquijo

El diputado del PNV ha definido a Urquijo como una persona "de fobias y obsesiones" y ha puesto como ejemplo los recursos por la no colocación de la bandera española, que "una mayoría social" de esas localidades "no quiere ver". "La ley está vigente en esa localidad con independencia de la mayoría social", ha respondido Montoro.

Pero Aitor Esteban ha arremetido también contra las declaraciones públicas y "políticas" del delegado del Gobierno, que cree que "aún no se ha dado cuenta" de que ya no es parlamentario y "no puede actuar como tal". "No es un diplomático, es un pirómano", ha censurado.