Buen arranque de año del murciano. Y con éxitos en pruebas de un día (quizá con más marketing que pedigrí, todo hay que decirlo) y también estrenos interesantes en clásicas sobre pavé flamencas, inéditas en su carrera y su palmarés. Ahora, Alejandro Valverde será el líder del equipo Movistar ante el reto de las clásicas de las Ardenas, la Amstel Gold Race neerlandesa (domingo, 20), la Flecha Valona belga (miércoles, 23) y la Lieja-Bastoña-Lieja belga (domingo, 27), en las que saldrá con "una única idea, la de ganar".

"Son carreras que me gustan mucho y que me van bien. No voy a decir que voy a ir a ver qué tal me encuentro y a intentar estar adelante. Tal y como me siento, la única idea con la que voy es la de ganar. Luego sabemos que es dificilísimo; el año pasado también estaba muy bien, estuve delante y no pude llevarme ninguna. Son carreras de mucho prestigio y tienes que enfrentarte a los mejores, pero vamos con las máximas intenciones", aseguró Valverde.

El corredor murciano estará al frente de un equipo formado también por Imanol Erviti, John Gadret, Beñat Intxausti, Ion Izagirre, Jesús Herrada, Gorka Izagirre e Iván Gutiérrez, según comunicó el equipo Movistar. "La Amstel se me ha resistido porque he hecho 2º y 3º, pero de la Lieja, por ejemplo, sigo enamorado. Voy a salir a disputar las tres a tope. ¿Diferencias? La Amstel es la más ratonera. Muchos cruces, carreteras estrechas; es de ir adelante. Como vayas atrás, los 'látigos' acaban contigo", comentó. El murciano, tercero en 2008, fue segundo en la Amstel el año pasado: ganó el sprint del grupo, pero no reaccionó al ataque de Roman Kreuziger (a la postre, ganador).

Valverde ganó en dos ocasiones la Lieja-Bastoña-Lieja (2006 y 2008), una cita en la que ha sido tercero en la pasada edición y segundo en 2007. La decana, que este año afronta su edición 100, es la clásica que mejor se le da al de Movistar. Pero Valverde también conoce la victoria en la Flecha, donde ganó en 2006. "La Flecha sabes que se decide al final y la Lieja es una carrera de estar muy bien porque casi son puertos más que cotas. Es resistencia pura. En todas es importantísima la experiencia y yo la tengo: saber dónde se puede jugar la carrera, cuáles son los tramos peligrosos, no gastar fuerzas en determinados momentos", añade.