Si quieres vender tu piso no cometas estos cinco errores

  • Poner un precio muy alto es un error: el comprador actual está muy informado.
  • Pequeños defectos sirven para que el comprador haga una oferta a la baja.
  • Redecorar la casa de manera demasiado personal puede ser una mala decisión.
El cartel de dos pisos en venta, en la puerta de un edificio.
El cartel de dos pisos en venta, en la puerta de un edificio.
CH. LIZARRALDE
El cartel de dos pisos en venta, en la puerta de un edificio.

Vender o comprar una casa en estos tiempos sigue siendo difícil, casi imposible a veces. Las cosas pueden ir mejorando según avance 2014, dicen los analistas, pero aún es labor harto complicada.

Sin aún así las circunstancias nos obligan a vender nuestro piso hagámoslo midiendo bien nuestros pasos y no cometiendo errores. El canal de noticias de Fotocasa se hace eco de lo apuntado en Zillow y resume los cinco errores que no debemos cometer.

Primer error: poner un precio demasiado alto

Los compradores actuales están bien informados y conocen la situación y los precios de mercado de los barrios en los que buscan una vivienda. Con un precio muy elevado, la vivienda en cuestión está condenada a permanecer mucho tiempo en el mercado, alejando a posibles interesados, que pueden pensar que si está tanto tiempo sin venderse "por algo será".

Hay que tener en cuenta que con un mercado en el que los precios no dejan de bajar, es probable que muchos propietarios que tienen sus viviendas a la venta se vean obligados a bajar un poco más los precios de salida, aunque estos no estén por encima de la media del mercado. Si el precio está ajustado desde el principio, las probabilidades de vender son mucho más altas.

Segundo error: no tomarse en serio al primer interesado

La mayoría de las veces, el primer interesado en comprar la vivienda es el mejor comprador. En general, el comprador potencial que hace la primera oferta está muy dispuesto a hacer negocios. La primera oferta tal vez pueda ser más baja de lo que al vendedor le gustaría, pero para eso están las negociaciones.

Muchos vendedores toman la decisión de esperar a que lleguen mejores ofertas, pero cuando muchos inmuebles pasan demasiado tiempo en el mercado es porque el propietario no se tomó suficientemente en serio aquella primera oferta que recibió. A estas alturas, aquel posible comprador ya ha adquirido otra vivienda.

Tercer error: hacer en el piso reformas "demasiado" personales

Cuando no se sabe si se va a querer vender el inmueble en el futuro, redecorar o reformar la casa para que refleje nuestros gustos más personales puede ser una de las peores decisiones que se pueden tomar. En ningún sitio está escrito que nuestros gustos sean los gustos de los posibles compradores de nuestra vivienda, más bien suele ocurrir todo lo contrario.

Por lo tanto, hay que pensar muy cuidadosamente acerca de cualquier reforma de la vivienda antes de venderla. La mayoría de los compradores esperan darle un toque personal a la casa tras comprarla, mejor que no lo hagamos por ellos.

Cuarto error: no tener suficiente visibilidad

Hay que dar al inmueble toda la visibilidad posible. Mostrar la vivienda en portales especializados tiene que combinarse con aceptar todas las visitas físicas que sea posible. No estar disponible para enseñar la casa en muchas ocasiones emite un mensaje negativo a los compradores.

Una gran mayoría de los posibles compradores de vivienda pasan mucho tiempo buscando buenas ofertas online. Si la casa en venta tiene un precio adecuado y suficiente visibilidad online, las oportunidades de venderla son mayores que si nos dedicamos a enseñarla a los interesados tan sólo algunas horas al día y ciertos días a la semana.

Quinto error: no arreglar pequeñas averías

Antes de poner a la venta una casa hay que hacer una pequeña inversión en tiempo y dinero para hacer que la vivienda esté completamente libre de estas pequeñas molestias: grifos que gotean, ventanas que no cierran bien, cañerías que desprenden olores, etc. La casa se venderá más rápido y lo más probable es que el vendedor recupere la inversión realizada e incluso más. Una visita de 300 euros de un fontanero puede evitar una contraoferta del comprador 3.000 euros menor.

Los compradores no quieren encontrarse en la situación de tener que acometer pequeñas reformas o tareas de mantenimiento tras comprar una vivienda. Al contrario, lo que harán al detectar estos fallos será hacer una oferta económica inferior y pedir al propietario que corra con los gastos.

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