La música clásica no llega a muchos espectadores porque da miedo y parece aburrida. Por eso, el tenor Enrique Viana ha planteado un espectáculo diferente en el que mezcla sus propias creaciones con las composiciones de grandes maestros clásicos y les quita su parte seria.Arias de ópera interpretadas vestido de mujer, versiones cantadas por los propios espectadores y una escenografía desarrollada en rojo y negro, son los elementos de Tenor vivo... y al rojo. Su duración tiene una media de 40 minutos, aunque todo depende de lo que el espectador quiera participar.