El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Francia, François Hollande, se prodigaron este miércoles en elogios mutuos durante la cena de gala en la Casa Blanca a la que asistieron 350 invitados, entre ellos varias celebridades y destacados donantes del Partido Demócrata. "Viva la France, Dios bendiga a Estados Unidos y larga vida a la alianza entre nuestras grandes naciones", proclamó Obama durante un brindis.
Para suplir la ausencia de Valérie Trierwailer, expareja de Hollande, la Casa Blanca colocó en la mesa principal a Hollande flanqueado por Obama y la primera dama estadounidense, Michelle.
"Nosotros amamos a Estados Unidos y ustedes aman a los franceses, a pesar de que a veces son demasiado tímidos para decirlo", bromeó Hollande en una breve intervención durante el brindis.
Entre los asistentes se pudo ver a la actriz Julia Louis-Dreyfus, sentada junto al vicepresidente estadounidense, Joe Biden. También estaban invitados el actor Bradley Cooper, quien estuvo charlando con el secretario de Estado, John Kerry, y la activista por los derechos de los homosexuales Edith Windsor, así como la mayoría de los miembros del gabinete de Obama y de los altos funcionarios y asesores de la Casa Blanca.
El matrimonio Obama quiso que en la cena estuvieran también más de dos docenas de donantes del Partido Demócrata, a pocos meses de unas elecciones legislativas que se prevén muy reñidas.
Para la decoración de las mesas, la jefa de diseño floral de la Casa Blanca, Laura Dowling, creó unos centros inspirados en el estilo francés gracias a sus estudios en París durante casi 15 años.
Para su vestido, Michelle Obama volvió a confiar en una de sus diseñadoras favoritas, la venezolano-estadounidense Carolina Herrera. Del modelo destacó el gran vuelo de la falda, larga hasta los pies, en un tono que la diseñadora ha bautizado como "azul libertad", un añil claro. La parte de arriba presentaba una elegante transparencia con encaje negro de manga tres cuartos que cubría los hombros.
Un regalo para Hollande
Además de la cena de gala, Obama quiso agasajar a Hollande con un regalo: una mesa que contiene madera de un roble de Mount Vernon, donde vivió el presidente estadounidense George Washington, y en su centro una réplica artesanal de la llave de la Bastilla que el marqués francés de Lafayette entregó a Washington en 1790.
El roble que contiene la mesa, "de diseño personalizado", fue plantado cuando todavía vivía el presidente Washington, según explicó la Casa Blanca.
La réplica de la llave se forjó con hierro de la Estatua de la Libertad, que fue un regalo de los franceses a Estados Unidos, y la original continúa aún hoy guardada en Mount Vernon.
La velada ha finalizado con una actuación de la cantante neoyorquina Mary J. Blige.
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