Si alguien sufre un ataque al corazón y a su alrededor no hay nadie que sepa reaccionar, cuando llegue la ambulancia será tarde.

Las neuronas sólo tardan 5 minutos en morir, pero un masaje cardíaco y un simple boca a boca alargan ese tiempo hasta los 20 minutos.

Las cifras hablan solas. Alrededor de 500 vallisoletanos sufren cada año un infarto y sólo un 5% de ellos se recuperan. Si los ciudadanos aprendiéramos técnicas de reanimación, la mitad de ellos se salvarían, y eso, sólo en Valladolid, son 200 vidas.

Los médicos de familia, que estos días celebran un congreso que reúne a unos 5.000 especialistas en Valladolid y Salamanca consideran que ellos, por su cercanía en los centros de salud, pueden formar al paciente. Para ponerlo de manifiesto, han logrado reunir a 1.500 personas que, a lo largo de ayer, recibieron un curso de Reanimación Cardiopulmonar en el polideportivo Pisuerga. 917 de ellas de forma simultánea, lo que les vale el récord Guinness, ya que superaron con creces las 625 personas que logró reunir un colegio de Reino Unido el pasado mes de mayo.

250 muñecos

Para superar el reto se ha formado a 125 monitores y se han comprado 250 maniquíes de prácticas (125 de adultos y 125 de bebés). Y para que no quede todo en agua de borrajas, a partir de mañana se repartirán los muñecos por los centros de salud para que los médicos de familia puedan empezar a enseñar a sus pacientes cómo reaccionar para salvar una vida.

Fumadoras embarazadas

Un estudio presentado en el congreso de los médicos de familia revela que el la mitad de las fumadoras no deja el tabaco durante el embarazo y que, de las que lo dejan, el 80% vuelve tras dar a luz, un 15% de ellas, mientras todavía amamanta al bebé. Que los maridos fumen, dificulta que ellas lo dejen.

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