El deterioro de la piedra arenosa con la que se realizaron las gárgolas de la fachada de la Catedral de Cuenca durante su reconstrucción en el año 1920 ha sido la causa de que este elemento se desprendiera este martes e impactara contra el suelo.

Así lo ha explicado el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, que ha asegurado que la actual fachada es obra del arquitecto Vicente Lampérez. "Dicho arquitecto utilizó materiales de escasa durabilidad que se ven muy afectados en un clima como el de Cuenca con heladas, humedad y calor en verano", ha afirmado.

Según Albares, otro de los problemas es que, tras la muerte de Lampérez, dejaron de llegar las ayudas estatales que eran necesarias para la culminación de la fachada y, entre otras cosas, "quedó inacabado el sistema de drenaje de algunas zonas".

Una prueba de que se trata de la piedra es que las otras gárgolas que no se encuentran en la parte frontal y que datan del siglo XV e incluso del siglo XIV "nunca se han caído". Con la última caída sólo queda ahora una gárgola en la facha de las cuatro iniciales.

En este sentido, el director de la Catedral ha explicado que este mismo miércoles se ha empezado a actuar y la primera intervención "es que el agua salga ahora por un tubo que conduzca el agua varios metros de la pared con el fin de evitar más deterioros".

Asimismo, "se está consolidando la zona desprendida para preservarla de futuras humedades". El director de la Catedral ha afirmado que "cuando se pueda" tratarán de reponer las gárgolas con la piedra adecuada.