M. P. B., malagueña de 43 años, falleció el martes en una clínica de cirugía estética de Buenos Aires (Argentina), adonde viajó para visitar a familiares residentes en ese país suramericano y, de paso, someterse a un aumento de pecho, según publica El Mundo. Allí, un implante de silicona cuesta alrededor 1.500 euros mientras que en España oscila entre 4.000 y 8.000, por lo que es cada vez más frecuente este tipo de turismo sanitario que se aprovecha de que los precios son más bajos en pesos argentinos, devaluados frente al euro y el dólar. La clínica atribuye el fallecimiento a una muerte natural aunque la mujer nunca volvió a despertar de la anestesia. La Justicia intentará esclarecer este hecho máxime después de que su sobrino presentara una denuncia y acusara a la clínica de sobornarlo si cambiaba el certificado de defunción.