La Audiencia Provincial de Vizcaya ha condenado a 13 años de prisión a J. M. S. por matar a su padre en Sestao el 6 de mayo de 2007.

El tribunal no ha aceptado la atenuante de alteración psíquica, pese a que considera probado que el condenado, de 39 años de edad, tiene coeficiente intelectual límite, trastorno grave de personalidad, y que el día de autos había tomado drogas y tranquilizantes.

El veredicto sostiene que el parricida sabía «perfectamente lo que hacía»; que fue de Bilbao a casa de su padre en Sestao «con intención de matarle», y que allí le asestó 45 puñaladas que acabaron con su vida.

El abogado defensor, Carlos Saenz, anunció ayer que recurrirá la sentencia para que J. M. S. cumpla pena en un centro psiquiátrico. «La sentencia dice que su problema no tiene cura, pero sí se puede paliar con tratamiento psiquiátrico», señala.

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