Aunque habrá que esperar a las excavaciones que la dejarán al descubierto para analizarla, el hallazgo puede complicar la ejecución del suburbano con muros pantalla que se realiza por el centro de la vía. El problema no es el túnel del Metro, que va a una cota de entre 12 y 14 metros bajo tierra, sino que al abrir las zanjas de arriba hacia abajo se puede romper la muralla, según admiten fuentes de la Consejería de Obras Públicas. Aún así, añaden que hay alternativas, como un túnel en mina, si bien sería más costoso y retrasaría los plazos.
Lo que diga Cultura
Las catas concluyeron el mes pasado y ahora los arqueólogos redactan el proyecto de excavación que tiene que aprobar Cultura, la administración competente. De las conclusiones que se extraigan, ésta decidirá qué hacer con la muralla: si se traslada o se conserva. Hace tres años ocurrió algo similar durante la construcción de un edificio en calle Eslava y Callejones del Perchel: apareció otra parte del muro del mismo arrabal árabe y se decidió integrarlo en el parking.
Restos en Otras zonas
¿Qué dicen los estudios?: Metro Málaga ha entregado a la Delegación Provincial de Cultura las posibles afecciones al patrimonio. Se concluye que en todo el trazado hay tres zonas. Una es la del Perchel: allí comenzaron las catas previas al inicio de las obras porque es la menos documentada. El resto son:
Explanada de la Estación: Los arqueólogos proponen excavar la zona (ver gráfico). En 1987 se encontró una necrópolis hispanomusulmana con restos del siglo xi y xv.
Guadalmedina: Entre la avenida de Andalucía y la iglesia de San Pedro han aflorado vestigios de otra necrópolis en varias obras.
Unas obras muy controladas
En el resto del trazado que no afecta a zonas de interés arqueológico habrá vigilancia, pero sobre todo durante la fase de movimientos de tierra. Es decir, habrá arqueólogos atentos a todo lo que salga del subsuelo, con especial atención en el caso de la zona donde se construyen las estaciones, dada su profundidad. Salvo sorpresas, Metro Málaga asegura que ha querido empezar con antelación las catas en El Perchel, la zona más delicada, para evitar contratiempos como los de Sevilla, donde decidir sobre los restos de la muralla almohade ha retrasado dos años las obras.
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